Hasta el momento, siete de las veinte estaciones de la Línea 1 del Metro en la Ciudad de México siguen sin prestar servicio, afectando el tramo que va desde la estación Observatorio hasta Cuauhtémoc. Estas estaciones cerradas son: Cuauhtémoc, Insurgentes, Sevilla, Chapultepec, Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio. Las autoridades han señalado que el cierre de este segmento es necesario para la ejecución de trabajos de modernización.
Por otro lado, las estaciones que ya están operando comprenden el tramo que va de Pantitlán a Balderas, lo que incluye las siguientes paradas: Pantitlán, Zaragoza, Gómez Farías, Boulevard Puerto Aéreo, Balbuena, Moctezuma, San Lázaro, Candelaria, Merced, Pino Suárez, Isabel La Católica, Salto del Agua y finalmente Balderas. Este segmento ha sido rehabilitado en su totalidad.
Las labores de rehabilitación de la infraestructura del tramo operativo incluyeron la instalación de nuevo equipo electromecánico, como balasto, rieles y durmientes. Asimismo, se realizaron trabajos para corregir las filtraciones en diversas áreas, según el informe emitido por el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
En cuanto al tramo que sigue fuera de servicio, las autoridades han informado que actualmente se encuentra en fase de pruebas y ajustes técnicos. Este proceso implica la integración del sistema CBTC (Control de Trenes Basado en Comunicaciones), el cual permite el funcionamiento automatizado de los trenes.
Como parte de los esfuerzos de modernización de la Línea 1, especialmente en el tramo de Pantitlán a Balderas, se llevaron a cabo trabajos de renovación importantes. Entre ellos, se sustituyó el sistema de vías, instalando 150 kilómetros de perfiles férreos y 62 mil durmientes de concreto, además de 23 mil aisladores y 100 mil toneladas de balasto. Estas mejoras buscan optimizar la seguridad y eficiencia del servicio.
Otras labores incluyeron la instalación de 26 aparatos de cambio de vía, la remodelación de varias estaciones, y la implementación de un sistema de iluminación mejorado. También se renovó el sistema de drenaje, lo que implicó la construcción de tres cárcamos de alta capacidad. Adicionalmente, se eliminaron más de mil 400 filtraciones en el túnel y se impermeabilizaron 50 mil metros cuadrados. Se instalaron 165 kilómetros de charolas y estaciones dentro de los túneles, para sostener más de 2 mil 050 kilómetros de cableado nuevo. Además, se renovaron tanto la red de protección contra incendios como el sistema de ventilación, torniquetes y el sistema de recaudación de tarifas.
El costo total de estas obras de modernización asciende a 37 mil millones de pesos, que serán pagados a lo largo de 19 años. El consorcio encargado de llevar a cabo los trabajos es la empresa china CRRC, líder en la construcción de sistemas ferroviarios.