En una demostración masiva de convocatoria política, decenas de miles de personas abarrotaron la Plaza de la Constitución, conocida como el Zócalo capitalino, para acompañar el informe correspondiente al primer año de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum. Las calles circundantes, como 5 de Febrero y 16 de Septiembre, fueron escenario de un mar de participantes que portaban mantas con lemas regionales y banderas que identificaban su lugar de origen.
Un cierre simbólico a una gira nacional
El acto en la plancha del Zócalo puso punto final a una gira emprendida por la presidenta a lo largo del país desde comienzos de septiembre. Durante su mensaje, Sheinbaum enfatizó conceptos que han sido recurrentes en su administración: la honestidad como principio rector y la rendición de cuentas. “La honestidad no es la excepción, es la regla. Quien traiciona al pueblo enfrenta a la justicia”, proclamó ante la multitud.
Ambiente en las calles: voces, símbolos y lemas
Desde temprano, miles de simpatizantes se dieron cita en el Centro Histórico para esperar el inicio del evento. Algunos llegaron con pancartas que señalaban su lugar de procedencia, agrupaciones de estados o regiones, y con consignas que destacaban logros del gobierno o llamados de respaldo. La movilización evidenció la capacidad de convocatoria del partido en el poder, así como el tono de celebración que quiso imprimirse en este informe.
Claves del discurso: honestidad, justicia y gobernabilidad
Durante su intervención, Sheinbaum articuló un discurso con tres ejes centrales:
- Honestidad como norma: subrayó que el combate a la corrupción no es algo excepcional, sino la base de su gestión.
- Justicia frente a la traición: advirtió que quienes deslealtad al pueblo se enfrentarán al aparato judicial.
- Continuidad institucional: habló de fortalecer las instituciones, el Estado de derecho y garantizar que las reglas sean iguales para todos.
El discurso buscó proyectar una imagen de autoridad, firmeza y coherencia con las promesas de campaña, con especial énfasis en la idea de que estas acciones no son ocurrencias sino compromisos sistemáticos.
Significado político y mensaje al país
La elección del Zócalo como escenario para el informe fue simbólica: es uno de los espacios públicos más reconocibles y emblemáticos del país, y su ocupación habla de la dimensión política del acto. Al reunir a miles de personas en el corazón de la capital, la Secretaría de Gobierno buscó transmitir una señal de legitimidad, movilización y respaldo popular.
Este primer informe también se vio como un termómetro inmediato para medir la fuerza política del proyecto que encabeza Sheinbaum, así como un espaldarazo simbólico ante la opinión pública y sus adversarios.
