Un buen número de migrantes se unieron a las brigadas que ayudan a los bomberos en California, Estados Unidos, en zonas afectadas por los devastadores incendios, de manera voluntaria están removiendo árboles y escombros como acto de solidaridad para estas comunidades.
Migrantes solidarios en California
Los incendios que han afectado gravemente diversas zonas de California, han costado la vida de al menos 10 personas muertas, más de 10 mil estructuras devoradas por las llamas y cientos de miles de personas evacuadas.
La cifra de víctimas mortales puede seguir en aumento, según estimó el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
“Parece una bomba atómica lanzada en estas zonas. No espero buenas noticias y no estamos deseando conocer esas cifras”, declaró.
De acuerdo con las autoridades, dos de los mayores incendios azotan el área de Los Ángeles. La conflagración en el exclusivo barrio de Palisades, entre Santa Mónica y Malibú, en el flanco occidental de Los Ángeles, y el incendio en Eaton, en el este, cerca de Pasadena, ya figuran entre los más destructivos de la historia de la ciudad, ya que han consumido más de 13.750 hectáreas y han convertido barrios enteros en cenizas.
De manera voluntaria, migrantes se unieron a varias brigadas para remover árboles caídos y escombros en las zonas afectadas por los fuertes vientos y los mortales incendios en Los Ángeles.
Varios de estos migrantes, que también tuvieron que abandonar sus viviendas, se armaron con sierras eléctricas, rastrillos y herramientas para ayudar, pese al miedo que les produce la retórica del Gobierno entrante de Donald Trump que ha prometido deportarlos.
Pablo Alvarado, codirector de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON, en inglés), que impulsa este centro que agrupa a trabajadores inmigrantes, la mayoría dedicados a la construcción, jardinería y limpieza, destacó que están ayudando como un acto de solidaridad.
“Este es un acto de solidaridad y la forma en la que estamos acostumbrados a responder cuando la comunidad enfrenta una tragedia… Este es un trabajo que hacemos de corazón y no esperamos nada a cambio”, dijo a EFE.
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A la llamada Brigada de Servicio se unió la mexicana Marta Salazar, que también tuvo que abandonar su hogar por el peligro del incendio.
La indocumentada contó a EFE que prefirió llegar al centro de trabajadores en vez de refugiarse en uno de los albergues habilitados.
“Creo que hay personas que necesitan más un lugar en esos refugios, yo por lo menos tengo el centro donde todos nos apoyamos”, dijo.
Generalmente las labores de remoción de estos árboles las realizan los bomberos y empleados de la ciudad, pero estos trabajadores se encuentran ocupados combatiendo las llamas, por lo que los indocumentados han asumido esta labor.
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