Una de las tormentas solares más intensas del año ha sacudido la atmósfera terrestre, provocando apagones de radio globales y poniendo en riesgo infraestructuras críticas. La responsable es la región solar AR4087, que emitió una llamarada de clase X2.7, clasificada entre las más peligrosas por su potencial para interrumpir comunicaciones, dañar satélites y afectar redes eléctricas en la superficie terrestre.
Las llamaradas solares, originadas en las manchas solares, liberan intensas ráfagas de plasma y radiación que, al alcanzar la Tierra, ionizan las capas superiores de la atmósfera. Este fenómeno genera tormentas de radiación capaces de interferir con señales de radio de alta frecuencia (HF), esenciales para comunicaciones militares, aeronáuticas y marítimas.
Apagones y zonas más afectadas
Durante la reciente erupción, las interferencias afectaron principalmente a Europa, Asia y Oriente Medio, regiones que se encontraban bajo la luz solar directa en el momento de la explosión.
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Los apagones de radio ocurrieron a frecuencias de hasta 30 Megahercios (MHz), afectando las bandas que operan desde 0 hasta 35 MHz. En contraste, América ha experimentado un impacto mínimo.
Un mapa publicado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) muestra que las zonas más afectadas fueron el sur de Europa, Asia y el noroeste de África. El resto de Europa, Asia y África quedaron completamente expuestos a niveles de hasta 15 MHz, manteniendo la alerta en las comunicaciones y sistemas eléctricos.
Alerta por nuevas erupciones solares
Científicos advierten que esta podría no ser la última llamarada de la semana. La mancha solar **AR4087** continúa activa y en proceso de alineación directa con la Tierra, lo que eleva la probabilidad de nuevas erupciones. De hecho, tras la llamarada de clase X, ya se han registrado explosiones menores de **clase M**, también capaces de alterar el entorno espacial.
Un estudio reciente en Estados Unidos reveló la vulnerabilidad del país ante eventos solares severos, especialmente las **eyecciones de masa coronal (CME)**, fenómenos más destructivos que las llamaradas. Las CME pueden causar **tormentas geomagnéticas** que afectan redes eléctricas, sistemas GPS y comunicaciones globales.
