El aumento de las redadas migratorias realizadas por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Estados Unidos está generando un efecto colateral poco visible, pero doloroso: decenas de mascotas quedan abandonadas tras la detención o deportación de sus dueños, lo que ha obligado a los refugios a intensificar su labor de rescate.
En el condado de Los Ángeles, el Departamento de Cuidado y Control de Animales reportó que, en menos de dos meses, han ingresado 28 animales por esta causa: 22 perros y seis gatos. Muchos de ellos llegaron en estado de confusión y abandono, sin entender por qué sus familias desaparecieron de un día para otro.
Mascotas se quedan esperando un hogar
De acuerdo con las autoridades locales y el Departamento de Cuidado y Control de Animales, 13 de estos animales ya han sido adoptados, mientras que el resto aguarda un nuevo hogar en instalaciones como el refugio de Downey.
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Allí, los ladridos y maullidos se convierten en la banda sonora de una espera indefinida, sin certeza de si algún día volverán a reencontrarse con sus dueños.
La dependencia advierte que la clave no está solo en rescatar a estos animales, sino en prevenir su abandono. Por ello, recomiendan a las familias migrantes establecer un plan de respaldo, de modo que un amigo o familiar pueda hacerse cargo de la mascota en caso de una detención inesperada.
Atención y cuidados a los animalitos abandonados
Todos los animales que ingresan al sistema reciben atención veterinaria y, si es necesario, son esterilizados antes de ser dados en adopción. Para los rescatistas, la situación refleja un impacto indirecto de las redadas migratorias: no solo separan a familias humanas, sino que también rompen el vínculo entre las personas y sus animales, que desconocen los motivos por los que perdieron a sus cuidadores.
En los últimos meses, se han registrado alrededor de 355 detenciones de connacionales, y unas 67 000 personas han sido deportadas a Tijuana, Baja California. Las nuevas políticas implementadas por el presidente Donald Trump han intensificado estos operativos, y con ello crece el número de mascotas que terminan en refugios sin un plan de rescate previo.
Mientras tanto, organizaciones protectoras de animales y voluntarios continúan haciendo un llamado a la adopción, con la esperanza de que cada perro y gato pueda encontrar un nuevo hogar donde recuperar la seguridad y el afecto que perdieron de forma abrupta.
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