La poblado de Chilpancingo, en Guerrero, experimentaron momentos de violencia el pasado sábado, y este lunes la situación empeoró cuando un numeroso grupo de manifestantes bloqueó la Autopista del Sol y se enfrentó violentamente con la Policía Estatal y la Guardia Nacional. Alrededor de 5 mil personas se enfrentaron a unos 700 elementos de seguridad que intentaban contener la situación.
Chilpancingo arde contra la policía
La manifestación fue llevada a cabo por pobladores de la zona sur de Chilpancingo, como Mochitlán, Quechultenango y Juan R. Escudero, quienes protestaron por la detención de dos líderes transportistas de la ruta Río Azul. Los manifestantes agredieron a los agentes con palos, piedras y machetes, incluso tomaron como rehenes a dos policías estatales.
A pesar de los intentos de la policía por repeler la agresión, los manifestantes lograron avanzar hacia el Marqués, apoderándose de vehículos en su camino. Se informa que se dirige hacia las instalaciones de la Fiscalía General de la República, donde supuestamente se encuentra uno de los líderes detenidos.
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Esta violencia se suma a los hechos ocurridos el pasado sábado, cuando cinco choferes de taxi fueron asesinados, dos de ellos calcinados, y otros cinco resultaron heridos, incluidas dos mujeres. Las autoridades asignadas a estos actos violentos a la disputa territorial entre los grupos criminales de Los Ardillos y Los Tlacos.
La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, ha sido objeto de polémica luego de la difusión de un video en el que aparece junto a Celso Ortega, uno de los líderes de Los Ardillos. Ante estas acusa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se investigaría a la alcaldesa y que no habrá impunidad.
En medio de este contexto, la alcaldesa respondió a las declaraciones del presidente, afirmando que no renunciará a su cargo y atribuyendo la violencia a “fuerzas oscuras y perversas”.
El estado de Guerrero ha sido escenario de una ola de violencia debido a la presencia de más de 40 grupos criminales que luchan por el control del territorio. Entre estos grupos se encuentra Los Ardillos, quienes se dedican a actividades delictivas como el secuestro, la extorsión y el narcotráfico.
La situación en Chilpancingo es preocupante, y las autoridades deben tomar medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar más enfrentamientos violentos. El Gobierno federal ha prometido investigar a fondo estos sucesos y aplicar la ley sin importar quiénes están involucrados. La paz y la tranquilidad deben prevalecer en Guerrero y en todo México.