Por Lorena Careaga
Hablando de historia y otras cosas, ¿sabían ustedes que Fernando de Magallanes, a pesar de ser considerado como el primer explorador en circunnavegar la Tierra, murió en las islas Filipinas y no logró terminar el viaje?
Que tal, les saluda Lorena Careaga y hoy hablaremos de este almirante portugués, que navegaba para la corona española, y que cruzó el estrecho que hoy lleva su nombre, el 28 de noviembre de 1520.
Como muchas otras empresas navales del siglo XVI, la de Magallanes está relacionada con el clavo, la pimienta y la canela, entre otras especias que hoy en día nos son familiares pero que en aquel entonces eran productos exóticos del Oriente. En la carrera por encontrar las mejores rutas para comercializar dichos productos, Magallanes organizó una flotilla de cinco pequeñas embarcaciones y zarpó de Cádiz rumbo a América del Sur, en septiembre de 1519. Pero a diferencia de otras empresas similares, ésta logró por primera vez dar la vuelta completa al mundo en un solo viaje. Es una de las grandes hazañas de la historia marítima, aunque sólo regresara al punto de partida una de sus cinco naves, la Victoria, y 18 de sus 265 integrantes.
El principal problema de la expedición era encontrar un paso que bordeara la masa continental que quedaba entre ellos y el entonces llamado mar del Sur, descubierto por Balboa seis años antes. No se había aún recorrido ni cartografiado esa región y no se sabía si el nuevo continente se extendía hasta el Polo Sur, bloqueando cualquier ruta marítima hacia el oeste.
Magallanes y sus hombres navegaron más de un año, durante el cual ocurrió un motín, naufragó la nave Santiago, descubrieron a los pingüinos y las focas, y avistaron a los indígenas sudamericanos, quienes mantenían encendidas numerosas hogueras en la costa, lo que llevó a los españoles a nombrar aquel lugar Tierra del Fuego. Al fin divisaron lo que parecía ser un pasadizo entre las montañas cubiertas de nieve. Se trataba, efectivamente, de un estrecho, torcido, difícil y con mala visibilidad, que les tomó 38 agotadores días cruzar.
Antonio Pigafetta, cronista del viaje y uno de los 18 supervivientes, nos dice que, cuando dejaron atrás el estrecho, hoy llamado de Magallanes, y las agitadas aguas del Atlantico, para adentrarse en un mar azul y sereno, el almirante general no solo lloró de alegría, sino declaró que, a partir de ese momento, ese mar se llamaría Pacífico.