En vísperas del 10 de mayo, colectivos de madres buscadoras de todo el país realizaron una emotiva velada en el Monumento a la Madre en la Ciudad de México, en memoria de quienes han muerto sin encontrar a sus hijos y por aquellas que fueron asesinadas por su labor como defensoras de derechos humanos. Entre veladoras, flores, huellas pintadas y consignas, exigieron justicia y un alto a la indiferencia del Estado ante las más de 127 mil personas desaparecidas en México.
Durante el acto simbólico, las participantes colocaron mensajes dirigidos al gobierno federal. Entre sus demandas están el establecimiento de campañas de comunicación que visibilicen la desaparición forzada, el reconocimiento internacional del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) y la construcción de espacios para la memoria colectiva.
Justicia para las madres asesinadas y las que no encontraron a sus hijos
Integrantes del colectivo Justicia Contra el Olvido y el Silencio leyeron en voz alta los nombres de madres y padres buscadores asesinados, entre ellos Zenaida Pulido, Aranza Ramos, Rosario Lilian Rodríguez y María del Carmen Vázquez.
También recordaron a mujeres como Elodia García e Inocencia Yáñez, quienes murieron sin lograr reencontrarse con sus seres queridos.
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“Una política sin recursos ni compromiso es también otra forma de desaparecer”, reclamaron. Además, criticaron el abandono institucional: fiscalías sin recursos, laboratorios vacíos, fosas comunes saturadas y miles de fragmentos óseos sin identificar.
Exigen voluntad política y apertura internacional
Los colectivos exhortaron al Estado mexicano a atender las recomendaciones de organismos internacionales como el Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU y la CIDH. “Estas recomendaciones deben ser asumidas con seriedad. Son una guía para salir de esta tragedia y construir un futuro con paz y democracia”, expresaron.
La activista Yolanda Morán reprochó que la presidenta Claudia Sheinbaum no haya mencionado a las madres buscadoras en sus discursos. “Ella es mujer, madre, presidenta… pero no sé qué clase de madre sea. Si estuviera en nuestro lugar, ¿cómo estaría la señora?”, cuestionó.
Pese a la lluvia y el frío, las madres compartieron café, historias de sus hijas e hijos desaparecidos y cantos de resistencia. “Aquí seguiremos, resistiendo lo que sea necesario. No dejaremos de buscarlos. Necesitamos verdad, justicia y compromiso”, concluyeron con firmeza.
