Porque la vida es lo más importante, hoy hablaré de los cenotes y su origen
Hace 350 millones de años la Península de Yucatán, estuvo sumergida en el mar por millones de años, en ese largo periodo se formó en ella un arrecife de coral. Después, cuando en el período Cretácico hace 145 millones de años el nivel de mar bajo, este arrecife quedo expuesto en forma de rocas formadas principalmente de carbonato de calcio, que se desgastaron al entrar el contacto con la lluvia, formándose grandes poros que fueron agrandándose y uniéndose por laberintos.
Esos poros y laberintos son ahora el complejo sistema de cuevas, grutas, cavernas y cenotes de la Península de Yucatán, llamados: D´zonot, en maya, cenotes en lenguaje común, o dolinas en el lenguaje científico.
Los cenotes así formados por disolución de la roca, nos permiten asomarnos al mundo subterráneo del acuífero, el agua dulce que ahí se encuentra proviene del agua de lluvia, que se ha filtrado a través de las rocas y constituye y ha constituido desde la prehistoria la única fuente de agua para los humanos y demás animales de la región, pero no solo esto; los cenotes también son en sí mismos ecosistemas, y guardan una enorme riqueza histórica y cultural, que merece nos ocupemos de ellos en siguientes citas, ya que la conservación de los mismos y la implementación de buenas prácticas es urgente.
Felicidades a la organización Amigos de Sian Ka’an, que recién presentó a la sociedad y academia la “Guía de Buenas Prácticas para la conservación y uso de los cenotes en la Península de Yucatán”, Enhorabuena para estas Acciones por la naturaleza.