El lunes por la tarde y la madrugada del martes, las fuertes lluvias azotaron el noreste de Estados Unidos, provocando inundaciones repentinas que anegaron carreteras, interrumpieron el transporte público y llevaron a declarar estado de emergencia en zonas de Nueva York y Nueva Jersey.
Inundaciones en Estados Unidos
Lluvias torrenciales inundaron varias partes de Nueva York y Nueva Jersey, obligando al cierre de carreteras, suspendiendo las líneas de metro.
Videos en redes sociales mostraron agua inundando andenes en Manhattan, mientras pasajeros intentaban mantenerse sobre los asientos para evitar el agua.
La Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York monitora los daños en el sistema de metro, mientras los servicios de emergencia atendieron múltiples incidentes por crecidas en la ciudad y el valle del Hudson.
La ciudad de Nueva York recibió un total de 67 mm de lluvia, superando su récord anterior de lluvia para el 14 de julio, establecido en 1908.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declaró estado de emergencia y pidió a los residentes evitar viajes innecesarios.
Algunos autobuses quedaron varados en Scotch Plains, y se reportaron retrasos en trenes debido a las inundaciones.
Los equipos de emergencia rescataron a personas de al menos 30 viviendas, después de que las calles se inundaran por completo y quedaran intransitables. Unas 30 personas se refugiaron durante la noche en un centro comunitario en Nueva Jersey.
Las autoridades de toda la región, incluidas Virginia, Maryland y Pensilvania, advirtieron sobre condiciones de conducción peligrosas debido al riesgo de inundaciones repentinas.
Los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark suspendieron temporalmente sus salidas el lunes por la noche, obligando a la cancelación de decenas de vuelos.
Hasta la madrugada del martes, más de 200.000 personas seguían bajo alerta de inundación repentina.
Millones más, incluyendo a quienes viven en las áreas metropolitanas de Washington, Baltimore y Filadelfia, se encuentran bajo vigilancia de inundación.