El pasado 30 de agosto, una usuaria llevó a su perrito de apoyo emocional, llamado Garfio, al Spa Canino y Felino Marcos Rubio, ubicado en una plaza de Ciudad Caucel, para que recibiera un servicio de cuidado y aseo.
Sin embargo, lo que debería haber sido una experiencia placentera para el can, terminó en tragedia cuando la dueña recibió a su mascota sin vida al final del día.
¿Qué pasó con el perrito que entregaron muerto?
La mujer entregó a Garfio en la mañana, y el personal del Spa le informó que podría recogerlo a las tres de la tarde. Sin embargo, poco tiempo después, recibió una llamada del establecimiento en la que le notificaron que el perrito se sentía mal y le pidieron que acudiera al lugar lo antes posible.
TAL VEZ TE INTERESE: Dino, el perrito callejero que salvó la vida de una niña
Al llegar, la dueña fue informada de que el perro estaba cansado y que lo habían dejado descansar bajo el aire acondicionado, pero que aún estaba mojado. También le mencionaron que Garfio había tenido un accidente, orinado y defecado, lo que hizo necesario que lo bañaran nuevamente.
La usuaria expresó su sorpresa ante esta situación, ya que conocía bien el comportamiento de su mascota y estos incidentes le parecieron extraños. Según su relato, el personal del Spa le dijo: “Ahora le volvemos a llamar para decirle qué haremos”.
Fue hasta después de las cinco de la tarde cuando la mujer llegó al negocio y se encontró con una escena devastadora: Garfio estaba inmóvil sobre una mesa, con la boca abierta y las piernas tiesas y estiradas. El personal le informó que el perrito acababa de fallecer.
La dueña, profundamente afectada, sufrió ataques de ansiedad y, aunque estaba en shock, logró llamar a la policía para que se iniciaran las investigaciones correspondientes. También se solicitó la intervención del Servicio Médico Forense (Sevefo) para que se realizara la necropsia.
El informe de la muerte del Garfio
El informe del perito veterinario reveló que la causa de la muerte fue asfixia, además de que Garfio presentaba un daño en la garganta. Se determinó que el deceso ocurrió aproximadamente a las tres de la tarde, lo que sugiere que Garfio ya había fallecido al momento en que la dueña fue notificada de su malestar.
La dueña recordó a Garfio como “el chow chow más cariñoso y quien lo conoció lo puede confirmar. Era el perro más divertido y a la vez más pacífico”. La situación se tornó aún más dolorosa cuando el dueño del Spa le ofreció otro perrito como compensación, lo que la indignó profundamente.
Tras este lamentable suceso, el negocio cerró sus cuentas en redes sociales y eliminó su ubicación en Google Maps, lo que ha generado aún más incertidumbre y sospechas sobre lo ocurrido en el Spa.