Por Patricia Santos
Porque la vida es lo más importante, hoy hablare de las telarañas.
Se conocen más de 130 formas distintas de telarañas, la tela de una araña es una de las más perfectas estructuras de la naturaleza en donde se combinan geométricamente hilos suaves encargados de la elasticidad, otros fuertes y cristalinos, encargados de la resistencia, integrando una estructura perfecta que asegura el éxito de sus funciones.
Lo más interesante son sus cualidades mecánicas y dinámicas. Presentan una combinación excepcional de resistencia, flexibilidad ya que pueden estirarse hasta un 30% de su largo original, y de súper contracción; ya que algunas telarañas pueden contraerse hasta la mitad de su longitud inicial bajo ciertas condiciones de humedad. Un error común difundido en los medios es su comparación con el acero. Las telarañas presentan resistencia similar a la del acero, pero no superior, esta combinación de cualidades permiten el cumplimiento de diversas funciones, tales como:
Redes de caza, trasladarse ayudadas por el viento, hacer capullo para los huevos, tapar sus refugios, algunos machos cubren las telarañas con esperma, o dejan sobre ellas rastros con feromonas para atraer al sexo opuesto, como cuerdas para escalar o de seguridad para caminar en superficies invertidas, para inmovilizar y/o momificar a la presa, como refugios temporales en caso de tormenta, o para pasar una noche o parte del invierno, como sensores de movimiento y de ruido, e incluso la utilizan para el cortejo; los machos de algunas especies obsequian a las hembras, moscas envueltas en telarañas.
Un hermoso caso es el de la araña de agua (Argyroneta aquatica) una de las pocas especies que vive permanente bajo el agua. Esta arañita respira aire como las demás y para ello, fabrica a base telaraña una burbuja que sujeta a plantas acuáticas y ahí va llenando con aire poco a poco del que capta de la superficie para alojarse ahi.