Por Patricia Santos
Porque la vida es lo más importante, hoy hablare de la vida peágica.
Mas lejos de la costa y por debajo de debajo de la superficie, en el seno del océano, está el llamado DOMINIO PELAGICO, en donde sus habitantes pueden ser chicos y arrastrados por la corrientes –como los organismos planctónicos- , o ser nadadores activos por poseer órganos de natación capaces de luchar y contrarrestar la fuerza de las corrientes, ellos constituyen el, necton.
La fauna pelágica se caracteriza por presentar baja diversidad de especies por la tendencia a formar cardúmenes y, suelen efectuar largas migraciones de mayor o menor amplitud, por lo que poseen gran movilidad.
Entre los invertebrados que pueden considerarse pelágicos están los grandes calamares, que tienen cuerpo pisciforme provisto de un par de aletas posteriores y que son capaces de impulsarse hacia atrás o hacia adelante expulsando de su cuerpo chorros de agua.
Los peces pelágicos se caracterizan por tener un cuerpo alargado hidrodinámico y robusto, con fuertes aletas caudales, que les permite ser buenos nadadores y por lo tanto realizar migraciones de considerables distancias, como los atunes, y las sierras que nadan en grandes cardúmenes, las sierras en particular tienen la zona dorsal azul-plateada que hace que el mar brille como un espejo cuando pasa un número grande de ellas. Otro bellísimo espectáculo pelágico son los grandes peces espada.
Los típicos depredadores pelágicos solitarios son los tiburones y las hermosas mantarrayas que pueden encontrarse indistintamente en aguas costeras o más lejos, dentro de las aguas oceánicas.
Los grandes cetáceos como las orcas, delfines y ballenas son los representantes pelágicos de los mamíferos
Sin embargo, ni los cetáceos, ni los tiburones, ni los gigantescos calamares son capaces de enfrentarse con un mar enfurecido, que los trae y los lleva a su antojo.