Porque la vida es lo más importante, hoy hablaré de la ciencia de la belleza.
La belleza escénica del Caribe Mexicano, atrae al llamado “Turismo de Sol y Playa”, y de actividades acuáticas y buceo. Sin embargo al observar otras playas que no son hermosas, y a las que no llegan turistas, aunque también haya arena y sol, decimos que entonces no es “Turismo de Sol y Playa”, es turismo de Arrecifes de Coral.
La espectacular belleza escénica de la blanca y fina arena, y los colores azules del mar tienen explicaciones científicas.
A diferencia el Golfo de México en donde la plataforma continental tiene una pendiente que extiende por aproximadamente 200 km. En el caribe a pocos kilómetros de la costa, en el fondo marino se encuentran cañones y hondonadas que alcanzan hasta 7,500 metros de profundidad. Entonces los nutrientes se van lejos, al fondo, de tal forma que en el agua hay una pobreza de nutrientes, esa pobreza, biológica explica que haya poca vida microscópica el agua, y por esta razón el agua es cristalina, ya que no tiene colores propios, y entonces refleja los colores del cielo.
Esa misma pobreza de nutrientes que explica que el agua sea cristalina, permite la existencia de Arrecifes de Coral, ya que estos ecosistemas requieren de la luz solar. Al morir los corales, sus exoesqueletos formados de carbonato de calcio se fragmentan dando origen a la blanca arena.
Por otro lado los el pez loro al alimentarse de algas pegadas al coral, mordisquean los corales e ingieren también grandes cantidades de carbonato de calcio que posteriormente es liberado en sus procesos digestivos. Un pez loro puede producir, en sus excretas ¡más de 100 kg de arena al año por individuo¡, con un tamaño de grano alrededor de 2 milésimas de milímetro, es decir, arena muy fina y suave.
No es turismo de Sol y Playa, es Turismo de Arrecife de Coral, es imperativo cuidarlos.