¿Conocías la ceiba? Entre las culturas más fascinantes de la antigua Mesoamérica se encuentra la civilización maya, con presencia histórica en el sureste de México, especialmente en la Península de Yucatán —integrada por los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán—, así como en partes de Chiapas y Tabasco, según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hasta la actualidad, los habitantes de estas regiones mantienen viva la influencia de este legado a través de sus tradiciones, costumbres e incluso su relación con la naturaleza.

Un claro ejemplo de esta conexión es la importancia que los mayas daban a ciertos elementos naturales, entre ellos, la ceiba, árbol al que llamaban Ya’axche. Para esta civilización, la naturaleza no solo era fuente de vida, sino también un puente espiritual entre el mundo físico y lo divino. En su cosmovisión, este majestuoso árbol representaba el “árbol de la vida”.
Un puente entre mundos: la ceiba en la cosmovisión maya
La Ceiba pentandra, que puede alcanzar entre 20 y 60 metros de altura, simbolizaba para los mayas la conexión entre tres niveles del universo.
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Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, sus ramas representaban el cielo, su tronco el mundo terrenal, y sus raíces el inframundo, tejiendo así el equilibrio sagrado del universo.
Este árbol no solo se encuentra en México, sino también en varias regiones de Centroamérica y Sudamérica, donde prospera en climas tropicales. En Yucatán, aún se le llama Ya’axche, conservando su nombre ancestral y su simbolismo espiritual.
Usos medicinales y prácticos del Ya’axche
Más allá de su simbolismo, la ceiba también ha sido muy valorada por sus múltiples usos prácticos y medicinales. Sus frondosas ramas brindan sombra, sus frutos tienen aplicaciones diversas y su madera se utiliza en la fabricación de muebles. Además, sus propiedades curativas la han convertido en un recurso esencial para las comunidades.

Partes como la corteza, hojas y tallos son utilizadas para aliviar el dolor de muelas, combatir el reumatismo, tratar infecciones intestinales, curar heridas, el acné, el sarpullido e incluso las quemaduras.
La ceiba, o Ya’axche, sigue siendo un símbolo de sabiduría, conexión espiritual y sanación, consolidándose como uno de los grandes legados vivos que los mayas han dejado al mundo.

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