Mientras el mundo esperaba el anuncio del nuevo Papa en la Plaza de San Pedro, un rostro inesperado se robó la atención en redes sociales: el del sacerdote brasileño Jefferson Merighetti.
Captado en video por un creador de contenido durante la vigilia papal, el presbítero de la Arquidiócesis de Río de Janeiro se convirtió rápidamente en tendencia, especialmente en TikTok.
El video muestra al sacerdote entre la multitud, cuando una espontánea exclamación del tiktoker resaltó su nacionalidad brasileña y su llamativa presencia. La publicación fue compartida miles de veces, desatando una ola de reacciones que transformaron a Merighetti en un fenómeno viral.
Más allá de la apariencia: su labor pastoral y académica
Detrás del revuelo mediático, Jefferson Merighetti es un sacerdote comprometido con su comunidad y su formación. Actualmente ejerce como párroco en varias iglesias de Río de Janeiro, incluyendo la Parroquia de Nuestra Señora de la Cabeza, Santa Clara y Nuestra Señora de la Victoria.
TAL VEZ TE INTERESE: México se está quedando sin sacerdotes
También funge como director de redes sociales de la Arquidiócesis de San Sebastián de Río de Janeiro y forma parte del consejo de supervisión de Radio Catedral FM.
Su estancia en Roma se debe a actividades relacionadas con su formación y su participación en la Jornada Mundial de la Juventud. En su perfil de Instagram se define como “cultural concierge” y muestra un gran interés en la conexión entre la fe, el arte y la cultura.
Amplia formación en arte sacro y comunicación
Merighetti no solo se dedica a la pastoral, sino también al estudio. Cuenta con un posgrado en Historia del Arte Sacro por la Facultad del Monasterio de São Bento en Río de Janeiro, una maestría en Bienes Culturales por la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, y formación en Comunicación en el Instituto Superior de Teología João Paulo II. Además, cursó estudios en el Instituto Nacional de Educación para Sordos.
El caso de Jefferson Merighetti plantea cómo las redes sociales pueden proyectar figuras religiosas a una audiencia global. Más allá del impacto superficial, su ejemplo demuestra que la vocación sacerdotal puede dialogar con el mundo digital, transmitiendo mensajes de fe, cultura y servicio desde nuevos espacios de conexión.
Deja un comentario Cancelar respuesta