El boxeo mexicano vivió una de las mayores sorpresas del año en el Estadio Caliente de Tijuana, donde el local Jaime Munguía fue derrotado por nocaut técnico en el sexto asalto ante el francés Bruno Surace.
El europeo, quien llegó como un aparente rival a modo, logró conectar un golpe fulminante que dejó al tijuanense sobre la lona, silenciando al público presente.
Jaime Munguía y sus combates anteriores
Munguía llegaba al combate con la intención de sumar su segunda victoria tras haber caído anteriormente ante Saúl ‘Canelo’ Álvarez, pero enfrente tuvo a un Surace decidido a escribir su nombre en la historia del pugilismo.
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Considerado como un oponente sin gran pegada, el francés sorprendió al mundo al demostrar que esta noche tenía dinamita en los puños.
A lo largo de su carrera, Munguía había mostrado una resistencia formidable, sufriendo solo una derrota previa y nunca por nocaut. En los primeros asaltos, el mexicano pareció tener el control del combate, incluso enviando a Surace a la lona en el segundo round con un gancho de izquierda que puso al francés en serios aprietos. Sin embargo, Surace supo reponerse y mantener la calma.
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La inesperada derrota Jaime Munguía
El momento clave llegó en el sexto asalto, cuando Jaime Munguía bajó la guardia por un instante, lo que permitió a Surace conectar un preciso golpe cruzado de derecha directo a la mandíbula del mexicano.
El impacto fue devastador; Munguía cayó de espaldas y el árbitro inició la cuenta de protección. Aunque el tijuanense intentó levantarse, no pudo recuperarse por completo, obligando al referí a detener el combate y declarar la victoria del francés.
Con este triunfo, Surace, quien solo había registrado cuatro victorias por nocaut en su carrera, envió un poderoso mensaje al mundo del boxeo. “No puedo creer lo que logré esta noche. Esto es un sueño hecho realidad,” declaró emocionado tras su victoria.
Por su parte, Jaime Munguía, de 28 años, enfrentará un periodo de reflexión tras esta inesperada caída. Este resultado podría marcar un punto de inflexión en su carrera, obligándolo a replantear su futuro en las grandes ligas del boxeo. Un descanso será clave para su recuperación física y emocional tras este descalabro.
