La madrugada del 12 de junio de 2025, el Ministerio de Defensa de Israel confirmó el lanzamiento de un “ataque preventivo” contra Irán, anticipando como represalia un inminente ataque con misiles y drones dirigido a su territorio y población civil. La acción, ejecutada alrededor de las 3:00 a.m. hora local, marca una nueva escalada en la ya tensa relación entre ambas naciones.
Tras el anuncio oficial, el ministro de Defensa israelí, I. Katz, declaró el estado de emergencia especial en todo el frente interno del país. En consecuencia, el Ejército israelita implementó medidas extraordinarias, como el cierre de centros educativos, la prohibición de reuniones públicas y la suspensión de labores en todos los sectores no esenciales.
Todo el territorio israelí fue clasificado de “actividad plena” a “actividad esencial”, reforzando la alerta máxima.
Reacciones internacionales ente el bombardeo de Israel
Mientras tanto, el embajador de Estados Unidos en ese país, Mike Huckabee, confirmó que se encontraba dentro de la embajada en Jerusalén monitoreando de cerca la situación. En un mensaje breve, pero simbólico publicado en su cuenta de X, escribió:
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“Recemos por la paz de Jerusalén”, sin ofrecer mayores detalles sobre el desarrollo del conflicto.
Minutos más tarde, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emitió un comunicado en el que aclaró que su país no participó en el ataque contra Irán. “Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. Nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región”, expresó. Rubio subrayó que Jerusalén considera que esta acción es necesaria para su propia defensa y que Washington ha sido informado con antelación.
Tensión creciente en Irán
Medios estatales iraníes reportaron que se escucharon “fuertes sonidos” en la capital, Teherán, coincidiendo con el momento en que se dio a conocer el ataque israelí. Aunque aún no se han confirmado daños o víctimas, se espera una pronta respuesta por parte del gobierno iraní, lo que ha disparado las alarmas en toda la región.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de este nuevo capítulo del conflicto, que podría tener repercusiones impredecibles en Medio Oriente. Mientras tanto, millones oran por una desescalada que parece, por ahora, lejana.
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