El Palacio de Bellas Artes fue sede de la inauguración del primer Encuentro Nacional de Escritoras Negras-Afromexicanas, un evento sin precedentes que busca dar voz y espacio a la literatura producida por mujeres afrodescendientes en el país. Con la participación de autoras de distintas regiones, el encuentro marcó un hito en la inclusión cultural.
La ceremonia de apertura estuvo acompañada de lecturas en vivo, música tradicional y un ambiente festivo que reflejó la riqueza cultural de las comunidades afromexicanas. Autoridades culturales destacaron que el evento representa un paso fundamental hacia el reconocimiento de la diversidad que integra al país.
Entre las participantes se encontraban escritoras consolidadas y emergentes, quienes compartieron poemas, cuentos y ensayos que abordan temas como la identidad, la memoria, la resistencia y el racismo estructural. Sus voces, muchas veces relegadas, encontraron en Bellas Artes un escenario histórico para resonar.
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El encuentro también incluyo mesas de diálogo donde se discutieron los retos que enfrentan las escritoras afrodescendientes para acceder a espacios de publicación y distribución. Se planteó la necesidad de crear políticas públicas que fomenten la diversidad en la literatura nacional.
La inauguración tuvo una fuerte carga simbólica: por primera vez, el recinto cultural más importante de México abrió sus puertas a un evento enfocado en escritoras afromexicanas, reconociendo que la literatura del país no puede entenderse sin la aportación de estas voces.
El público respondió con entusiasmo, llenando el foro y participando activamente en las actividades. La asistencia de jóvenes estudiantes de literatura y colectivos culturales reflejó el interés creciente por conocer y difundir estas narrativas.
Críticos literarios coincidieron en que este encuentro marcará un antes y un después en la historia cultural de México. Resaltaron la importancia de visibilizar autoras que, pese a tener una trayectoria sólida, habían permanecido al margen de los grandes circuitos editoriales.
El evento contó también con la presencia de representantes internacionales, quienes compartieron experiencias de comunidades afrodescendientes en otros países de América Latina, generando un diálogo intercultural enriquecedor.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) anunció que este encuentro no será un hecho aislado, sino el inicio de un programa permanente de actividades que promuevan la literatura afromexicana.
Con esta inauguración, México reafirma su compromiso con la inclusión y la diversidad cultural, reconociendo que su riqueza literaria se nutre de múltiples raíces y que las escritoras negras-afromexicanas tienen un lugar fundamental en la construcción de la memoria colectiva.
Entre las voces participantes destacó Patricia Guadalupe Ramírez Bazán, de la Costa Chica de Guerrero, con su contundente afirmación: “México también es negro. Esclavizada no fui, sigo de pie luchando por los derechos”. Desde Baja California, Jamel Ydzu Martínez Fonseca presentó Robo de identidad, obra que denuncia el despojo cultural, mientras que Ana de las Flores (Estado de México) estremeció con La sangre de África, acompañada al piano.
Las intervenciones poéticas también estuvieron a cargo de Malva Marina Carrera Vega (Michoacán), Aleida Violeta Vázquez Cisneros (Guerrero), Montserrat Aguilar Ayala (Michoacán), Juliana Acevedo Ávila (Oaxaca), Raquel González Mariche (Oaxaca), Asucena López Ventura (Guerrero) y Elizabeth Avendaño Sayagua (Ciudad de México), quienes desde distintos estilos y enfoques reivindicaron la fuerza de la voz afrofemenina.
Además de las lecturas, se llevaron a cabo mesas de diálogo donde se discutieron los retos para publicar y distribuir literatura afromexicana, así como la urgencia de políticas públicas que fortalezcan la diversidad editorial. Como parte del encuentro, se anunció la publicación de una antología digital con textos de las participantes y se garantizó un pago digno a las autoras, un paso hacia la profesionalización del trabajo cultural.
La coordinadora nacional de Literatura, Nadia López García, resaltó que este programa fue diseñado bajo un modelo de curaduría comunitaria, donde las participantes fueron seleccionadas por consenso de sus propios colectivos, sin convocatorias tradicionales. Este enfoque busca reconocer la literatura como una práctica viva que trasciende el papel para expresarse también en el cuerpo, la música y el canto.
Por su parte, Diego Prieto Hernández, de la Unidad Estratégica de Culturas Vivas, destacó que este encuentro representa un cambio histórico en la visión del Palacio de Bellas Artes, al pasar de un espacio reservado para la llamada “alta cultura” a uno que abraza la pluralidad de voces y expresiones del México contemporáneo.
El encuentro fue calificado por especialistas como un hito cultural y literario que no solo amplía el canon literario del país, sino que también envía un mensaje claro de inclusión y reconocimiento a las comunidades afromexicanas.
Con este evento, se da un paso firme hacia la visibilidad y el reconocimiento de las escritoras negras en México, abriendo camino para que la literatura afromexicana ocupe el lugar que merece en la memoria cultural nacional.
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Con información de INFOBAE