En un notable acontecimiento para la cultura y la historia de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha logrado la restauración de una pintura de la Virgen de Guadalupe que data del siglo XVII. Esta obra, considerada un símbolo de la identidad religiosa del país, fue encontrada en la región de Mulegé, Baja California Sur, y ha sido objeto de un meticuloso proceso de conservación que ha devuelto su esplendor original.
Redescubrimiento y conservación de una reliquia histórica
La pintura fue descubierta por la familia Aguilar, residentes de Mulegé, entre los escombros de la antigua Misión Nuestra Señora de Guadalupe de Huasinapí, fundada en 1720. Miguel Ángel Aguilar Villavicencio, actual custodio de la pieza, compartió que su familia ha sido guardiana de esta imagen por más de ocho generaciones. A pesar de los esfuerzos de conservación, factores como la humedad, el polvo y los fenómenos climáticos, incluyendo el huracán “Kay” en 2022, provocaron daños significativos en la pintura, como la proliferación de hongos y la pérdida de la capa pictórica.
Proceso de restauración y desafíos superados
Ante el deterioro de la obra, el INAH intervino para detener su descomposición y preservar su valor histórico. El proceso incluyó una limpieza profunda para eliminar microorganismos, la aplicación de fungicidas de amplio espectro y la sustitución del reentelado antiguo por uno nuevo que aportara estabilidad a la pieza. Además, se realizaron trabajos de reintegración cromática en áreas como el rostro, las manos y el manto de la Virgen, utilizando técnicas que respetaron la integridad original de la obra.
Importancia cultural y legado histórico
Esta pintura no solo es una representación religiosa, sino también un testimonio tangible de las misiones jesuitas que evangelizaron a los pueblos indígenas tras la conquista española. Es el último vestigio material que subsiste de estas misiones en la región, marcando una ruta que comienza en Loreto, continúa por Baja California y llega hasta la Alta California. Aunque el autor de la obra es desconocido debido a la ausencia de firma, su relevancia radica en su capacidad para conectar a las comunidades actuales con su historia y tradiciones.
Devolución a la comunidad y significado espiritual
El 2 de abril de 2025, tras su restauración, la pintura fue entregada nuevamente a la comunidad de Mulegé en una ceremonia encabezada por autoridades del INAH y del gobierno estatal. Para los habitantes de la región, especialmente los rancheros, la Virgen de Guadalupe representa más que una imagen religiosa; es un símbolo de fe, unidad y esperanza que ha perdurado a lo largo de los siglos. Su restauración y retorno fortalecen la identidad cultural y espiritual de la comunidad, reafirmando la importancia de preservar y valorar el patrimonio histórico que define la esencia de su pueblo.
Este acontecimiento resalta la dedicación del INAH y las comunidades locales en la conservación del patrimonio cultural, asegurando que futuras generaciones puedan apreciar y comprender la riqueza histórica y espiritual que estas obras representan.