El huracán Melissa, catalogado como uno de los ciclones más poderosos en la historia reciente del Atlántico, tocó tierra la tarde de este martes en el suroeste de Jamaica, dejando un panorama de destrucción total. Con vientos que superaron los 270 kilómetros por hora, la tormenta categoría 5 provocó lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas y daños estructurales severos que llevaron al gobierno a declarar la isla como “zona catastrófica”.
Las imágenes que circulan en redes sociales y medios locales muestran calles convertidas en ríos, árboles arrancados de raíz y automóviles arrastrados por la corriente. En zonas como New Hope, los residentes grabaron cómo el viento arrancaba techos y partía árboles centenarios, mientras las comunidades quedaban aisladas por ríos desbordados y carreteras cubiertas de lodo y escombros.
Imágenes del caos: Jamaica bajo el agua

Uno de los videos más compartidos en plataformas jamaicanas muestra el momento en que el techo de una casa sale volando y cae sobre cables eléctricos, generando chispas y cortes de energía.
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En otros registros, se observan animales buscando refugio entre los restos de cultivos destruidos, mientras equipos de rescate luchan por llegar a las zonas más afectadas.
En los alrededores de hospitales, los equipos médicos y pacientes tuvieron que ser evacuados ante el riesgo de colapso de los techos y el aumento del nivel del agua. El ministro de Salud, Christopher Tufton, informó que varios centros médicos costeros fueron desalojados debido a las marejadas ciclónicas, que alcanzaron hasta cuatro metros de altura.
Gobierno en emergencia y miles sin electricidad
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, reconoció que “no hay infraestructura en la región que pueda soportar una tormenta de categoría 5”. Más de 240 mil personas quedaron sin electricidad, y un cuarto del sistema de telecomunicaciones quedó fuera de servicio, dificultando las labores de rescate y comunicación en toda la isla.

Las autoridades exhortaron a la población a permanecer en refugios y evitar desplazamientos innecesarios. “Jamaica, este no es el momento de ser valientes”, advirtió Desmond McKenzie, vicepresidente del Consejo de Gestión de Riesgos de Desastres.
La organización humanitaria Mercy Corps reportó que cientos de familias permanecieron en sus hogares durante el paso del huracán, enfrentando una noche marcada por el ruido implacable del viento y el temor generalizado. Hasta ahora se contabilizan siete muertes en el Caribe —tres en Jamaica, tres en Haití y una en República Dominicana— mientras Melissa continúa su trayecto hacia Cuba, donde ya se preparan evacuaciones masivas ante su inminente llegada.



