El huracán Helene ha dejado un rastro devastador en el sureste de Estados Unidos, convirtiéndose en el segundo ciclón más mortal que ha afectado el territorio continental del país en las últimas cinco décadas.
Al menos 180 personas han perdido la vida y cientos continúan desaparecidas desde que la tormenta tocó tierra en Florida el pasado 26 de septiembre. Este saldo de víctimas solo es superado por el huracán Katrina, que en 2005 causó cerca de 1,800 muertes.
La destrucción del huracán Helene
Helene, un huracán de categoría 4, no se limitó a destruir Florida. Su paso por varios estados trajo consigo inundaciones catastróficas, vientos destructivos y cortes masivos de energía.
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Asheville, en Carolina del Norte, ha sido una de las ciudades más golpeadas, con numerosos desaparecidos y daños considerables en su infraestructura.
En respuesta a la magnitud de la crisis, el presidente Joe Biden declaró el estado de desastre mayor en varios condados. Esta declaración ha permitido liberar fondos federales para apoyar a las comunidades afectadas.
El Departamento de Defensa también ha movilizado a miles de soldados para colaborar con la Guardia Nacional en las tareas de rescate y recuperación. Equipos locales y federales continúan trabajando intensamente para localizar a los desaparecidos y restaurar los servicios esenciales en las áreas afectadas.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha recibido decenas de miles de solicitudes de asistencia de las personas damnificadas, y se espera que esta cifra siga aumentando en los próximos días, conforme más personas logren establecer contacto luego de los cortes de electricidad.
El segundo huracán más devastador de EUA
Aunque las operaciones de ayuda están en marcha, los expertos estiman que llevará semanas determinar el alcance total de los daños causados por Helene.
Liz Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, advirtió en una reciente conferencia de prensa que el número de fallecidos podría aumentar considerablemente. Según sus declaraciones, actualmente hay unas 600 personas desaparecidas, aunque aún no se ha confirmado cuántas de ellas podrían haber perdido la vida.
Helene ya es considerado uno de los desastres climáticos más graves en las últimas décadas. A medida que el país continúa enfrentando las consecuencias de este desastre natural, las labores de búsqueda, rescate y reconstrucción seguirán siendo prioritarias durante las próximas semanas.
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