Un accidente automovilístico ocurrido en Schwerte-Villigst, Alemania, dejó una escena devastadora que ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los vehículos eléctricos. Un hombre de 43 años y dos niños de nueve años murieron calcinados dentro de un Tesla después de que el vehículo se incendiara tras un impacto. Otro menor logró sobrevivir con heridas graves y fue trasladado de urgencia en helicóptero.
El siniestro ocurrió la tarde del domingo, cuando el auto se estrelló y, casi de inmediato, comenzó a arder. Los bomberos llegaron rápidamente al lugar, pero se enfrentaron a un obstáculo inesperado: las puertas no pudieron abrirse debido al sistema de manijas retráctiles, que solo funcionan de manera electrónica. A pesar de los intentos desesperados por liberar a los pasajeros y sofocar las llamas con extintores, tres personas quedaron atrapadas y fallecieron entre los escombros.
Manijas retráctiles del Tesla bajo cuestionamiento
El accidente ha puesto en el centro del debate el diseño de los Tesla, cuyos modelos incorporan manijas que se esconden en la carrocería para mejorar la aerodinámica y la estética. Si bien este sistema es considerado innovador, también ha sido criticado porque, en casos de emergencia, puede complicar el acceso al interior del vehículo.
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De acuerdo con los primeros reportes, los servicios de rescate escucharon los gritos de las víctimas dentro del auto, pero la imposibilidad de extender las manijas electrónicas impidió que pudieran rescatarlas a tiempo. Especialistas en seguridad vial advierten que, de haberse tratado de manijas mecánicas tradicionales, los bomberos habrían tenido mayores posibilidades de salvar a los niños y a su padre.
Investigación en curso sobre la muerte del hombre
La policía alemana continúa investigando las causas exactas del accidente, mientras que las autoridades locales y expertos en transporte han solicitado revisar de inmediato los protocolos de seguridad de los automóviles eléctricos. Por su parte, Tesla no ha emitido todavía un comunicado oficial sobre lo sucedido, pero el caso podría reabrir un debate internacional en torno a la fiabilidad de sus diseños.
El niño sobreviviente, cuyo estado de salud se mantiene como grave pero estable, es la única voz que podría aportar más detalles sobre lo ocurrido dentro del vehículo antes del fatal desenlace. Mientras tanto, la tragedia deja en evidencia la necesidad de replantear medidas que permitan garantizar el acceso rápido y seguro en situaciones de emergencia.
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