Un curioso momento captado en video durante una detención en El Salvador ha generado una ola de comentarios y memes en redes sociales. En las imágenes se observa a un hombre esposado, sentado en la parte trasera de una patrulla, suplicando a su amigo que borre su WhatsApp, su Facebook y su historial de navegación antes de que las autoridades entreguen su teléfono celular a su esposa.
El breve video, compartido por la cuenta @ITROriginal, muestra al detenido —de edad mediana y visiblemente nervioso— tratando de mantener la calma mientras da instrucciones con desesperación. “A Facebook te metes, cierras la sesión y de ahí lo borras todo, pero también en el navegador porque ahí lo abro yo; métete al navegador, cierra la sesión y borra todo”, se escucha decirle a su amigo, casi en tono de súplica.
El miedo no era a la ley, sino al amor
Aunque en un principio se creyó que el hombre hablaba con los policías, pronto se aclaró que la petición iba dirigida a un acompañante. En el clip, de apenas 27 segundos, el detenido incluso dicta sus claves de acceso, consciente de que su esposa podría revisar cada rincón de su celular.
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La escena da un giro cómico cuando, al final del video, una mujer de cabello rizado y chamarra negra de cuero aparece frente a la patrulla con los brazos cruzados y una mirada fulminante. Los internautas no tardaron en deducir que se trataba de su pareja, y los comentarios estallaron: “Le tiene más miedo a su esposa que a la cárcel”, “ya no necesita abogado, necesita perdón” y “si no borran todo, él prefiere cadena perpetua”, fueron algunas de las frases más repetidas.
Entre risas y críticas al pobre hombre
Pese al tono humorístico con que muchos tomaron el incidente en El Salvador, algunos usuarios también cuestionaron la actuación de los oficiales. Señalaron que permitir el borrado de datos podría obstaculizar una posible investigación, pues los contenidos del teléfono podrían servir como evidencia.
De acuerdo con medios locales, el hombre fue detenido por conducir en estado de ebriedad, y el video se volvió viral en cuestión de horas. Más allá del delito, la escena desató una ola de reacciones entre quienes ven en su súplica un reflejo de la vida cotidiana: entre risas, miedo y amor… hay quienes temen más a su pareja que a la propia justicia.
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