La UNAM, a través del Instituto de Geofísica, cuenta con el Espectrofotómetro Dobson No. 098, único equipo en el país que mide la capa de ozono estratosférico y reporta directamente sus resultados a la Red Mundial de Monitoreo de la Capa de Ozono, la cual monitorea la salud del planeta. La presencia de esta capa protege a la Tierra de la radiación ultravioleta proveniente del Sol.
Héctor R. Estévez Pérez, del Servicio Solarimétrico Mexicano, es el encargado de examinar los niveles de ozono estratosférico. “Somos la única estación en tierra en México que mide ozono estratosférico y tenemos asignado el número 192 en el Global Atmosphere Watchers”, detalló el experto.
Este instrumento, refirió el académico, se ubica en el Instituto desde 1974. Hubo una brecha en las mediciones debido a la falta de personal, las cuales se retomaron en 2014, cuando se realizó un trabajo de restauración del aparato.
“Con este instrumento, que es un Espectrofotómetro Dobson, lo que hacemos es hacer mediciones en la columna total –se dice así, porque si planteamos una circunferencia de un metro de radio y nos extendemos hasta la estratosfera y logramos comprimir todo ese ozono a una temperatura y presión estándar, tendríamos toda esta concentración en un grueso de milímetros, más o menos haciendo un símil-, 300 unidades Dobson corresponderían aproximadamente a una capa de 3 milímetros, parece poco, pero es lo que nos sirve como escudo contra la radiación ultravioleta”, explicó el especialista universitario.
Estévez Pérez agregó que los datos generados en la UNAM se han trabajado en colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, donde la gente que tenía más experiencia trabajando con los instrumentos me indicaban cómo, cuándo, dónde, bajo qué condiciones se podían efectuar las mediciones y test correspondientes del instrumento para evaluar el estado de la óptica.
“Una de las principales características es que se debe medir cerca del mediodía solar verdadero, el cual varía dependiendo la época del año y no necesariamente es a las 12:00 hora local; hay ocasiones que puede ser 12:35 o 12:40, dependiendo de la época del año”, precisó.
Recordó que los trabajos de Frank Sherwood Rowland y Mario Molina Pasquel y Henríquez abrieron el camino para proteger la capa de ozono, pues revelaron que los clorofluorocarbonos o CFC’s -compuestos químicos usados en la refrigeración y aerosoles- se acumulaban en la atmósfera y dañaban la capa de ozono del planeta, trabajo que les valió el Premio Nobel de Química en 1995.
Lo anterior condujo a que en 1987 el mundo comenzara a tomar decisiones importantes, por lo cual nuestro país se sumó al Protocolo de Montreal -una de las políticas que ha funcionado en el planeta para protegerlo-, razón por la cual se efectúa desde hace tiempo el registro y monitoreo de la evolución de la capa de ozono, actividad en la que día a día ayuda la UNAM gracias a su Espectrofotómetro Dobson.
Con información de DGCS UNAM