Un descubrimiento arqueológico sin precedentes ha sacudido al mundo académico e histórico: un equipo internacional de arqueólogos ha encontrado tumbas reales en la antigua necrópolis de Aegae, al norte de Grecia, que podrían estar directamente relacionadas con Alejandro Magno y su linaje. Este hallazgo, fechado hace unos 2300 años, se perfila como uno de los más importantes en la historia europea reciente.
El equipo realizó este descubrimiento dentro del contexto del estudio de tres tumbas monumentales en Vergina. La Tumba I se asocia con Filipo II, padre de Alejandro, su esposa Cleopatra y su hijo recién nacido.
La Tumba II ha sido vinculada con Filipo III Arrideo, medio hermano y breve sucesor de Alejandro, y su esposa Adea Eurídice. Por su parte, la Tumba III podría corresponder a Alejandro IV, hijo del conquistador macedonio y Roxana.
Restos óseos que podrían ser de Alejandro Magno

El hallazgo más impactante fue el descubrimiento de un resto fósil: una pierna que muestra señales claras de una rotura antigua y posterior cicatrización.
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Los arqueólogos consideran que este fragmento óseo podría haber pertenecido al mismísimo Alejandro Magno, lo que, de confirmarse, representaría una revelación histórica sin precedentes.
La autenticidad de estos restos podría abrir una ventana única hacia el pasado, ofreciendo una visión sin precedentes sobre la dinastía macedonia y aportando valiosa información sobre la salud, heridas de guerra y condiciones de vida del célebre conquistador.

Implicaciones históricas y científicas
Este descubrimiento cobra aún más relevancia por su potencial para transformar nuestra comprensión del periodo helenístico. Los investigadores, que trabajan en la necrópolis de Aegae desde 1970, describen este hallazgo como “uno de los más importantes de Europa” por su posible vínculo con figuras históricas clave.

Más allá de la mera confirmación de la ubicación final de Alejandro Magno y sus descendientes, estas tumbas podrían modificar las narrativas históricas existentes y arrojar nueva luz sobre el legado de un imperio que marcó el destino de la civilización occidental.
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