Porque la vida es lo más importante. Hoy hablaré de gusanos gigantes y cáncer.
A las grietas submarinas de donde emanan fumarolas, se les denomina, ventilas o fuentes hidrotermales. Por eso sitios son expulsados desde el interior del planeta materiales incandescentes que contienen una gran cantidad de elementos químicos a temperaturas promedias de 350 grados centígrados.
Combatir el cáncer
Condiciones suficientes para que la vida también se abra paso. En palabras de la investigadora Mónica Torres Ramos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”, quién busca en esos habitantes extremófilos compuestos con actividad biológica para combatir el cáncer.
En el área natural protegida mexicana Santuario de Ventilas Hidrotermales de la Cuenca de Guaymas y de la Dorsal Pacífico Oriental, existen ventilas hidrotermales que albergan un catálogo de criaturas extraordinarias.
Desde microorganismos quimiosintéticos, corales blandos en forma de abanico, anémonas, almejas, mejillones enormes, cangrejos y peces, y diferentes especies de gusanos tubulares gigantes con penachos color rojo bermellón.
Muestras de estos seres se colectan utilizando brazos robóticos desde el submarino de investigación Alvin, entre ellos, el gran gusano anélido del mismo grupo de las lombrices de jardín, Riftia pachyptila, que puede medir hasta 2 metros. Es especial, porque no tiene sistema digestivo, sino que se nutre de los compuestos orgánicos que producen bacterias simbiontes que viven en su interior. Estas bacterias, a su vez se nutren de fuentes de sulfuro y metano, compuestos abundantes en las ventilas hidrotermales.
Estos gusanos son capaces de controlar con compuestos tóxicos a la población de sus bacterias, ya que, si aumentan demasiado, pueden provocar su muerte.
Investigación
En las investigaciones de la doctora Mónica Torres, se han encontrado entre esos compuestos, con los que los gusanos controlan su población de bacterias, diversas y nuevas moléculas, como ácidos grasos y otras más complejas, especialmente azufradas, con actividad tóxica y que pueden promover la muerte en diferentes células de distintos tumores cerebrales. Un grano de arena de conocimiento, pero muy esperanzador.