Griselda López Pérez, conocida también como Karla Pérez Rojo, ha emergido recientemente como un nombre clave vinculado al Cártel de Sinaloa, especialmente tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
López, quien fue la segunda esposa de “El Chapo”, ha sido objeto de múltiples señalamientos por su presunta implicación en las actividades delictivas del cártel.
Griselda López y Cártel de Sinaloa
La influencia de Griselda López dentro del Cártel de Sinaloa ha sido tema de debate y especulación durante años. Junto a Guzmán, tuvo cuatro hijos: Joaquín Guzmán López, arrestado junto a “El Mayo” en julio pasado; Ovidio Guzmán López, conocido como “El Ratón” y extraditado a Estados Unidos; Edgar Guzmán López, quien fue asesinado en un tiroteo en 2008; y Griselda Guadalupe Guzmán López.
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“Los Chapitos”, como se les conoce a algunos de sus descendientes, asumieron parte del control del cártel tras la detención de su padre, lo que demuestra la importancia de esta familia en la estructura de la organización criminal.
Griselda López ha sido destacada en diversas investigaciones y reportes por su presunto papel en la organización. Recientemente, el periodista Jorge Fernández Menéndez la mencionó en su columna del diario Excélsior, donde la señaló como operadora de JM Concretos, una empresa distribuidora de cemento que provee materiales para obras públicas en Sinaloa.
Además, tras el Segundo Culiacanazo, se supo que López se ofreció a cubrir los gastos funerarios de los miembros del cártel abatidos y de quienes intentaron frenar la detención de su hijo Ovidio Guzmán.
Miembro clave de la organización
El nombre de Griselda López no es nuevo en los círculos de investigación. En 2012, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos la designó como un miembro clave de la organización de tráfico de drogas liderada por Guzmán Loera, destacando su papel en ayudar a su esposo a evadir a las autoridades.
En 2015, su detención fue reportada en Culiacán junto a tres familiares de Guzmán, aunque fue liberada poco después tras rendir su declaración.
Actualmente, la figura de Griselda López continúa siendo objeto de controversia. Su capacidad para operar en las sombras y la influencia que ha tenido en el Cártel de Sinaloa la mantienen en el foco de las autoridades y los medios de comunicación, siendo una pieza clave en la dinámica del narcotráfico en México.