El Foro Cultural Hongting: Encuentro de Civilizaciones entre China y México, celebrado el 20 de julio de 2025 en la Ciudad de México, marcó un hito en la relación bilateral entre ambos países, que cumplen 53 años de vínculos diplomáticos. El evento, organizado por instituciones culturales y gubernamentales, reunió a académicos, artistas y empresarios para explorar la cercanía entre las culturas china y mexicana. Aunque el foro fue elogiado por su enfoque en el intercambio cultural, algunos críticos señalan que su impacto podría limitarse si no se traduce en beneficios concretos para ambos pueblos.
El foro abordó temas como la influencia de la migración china en México, visible en comunidades como el Barrio Chino de la capital, y las oportunidades económicas derivadas de la cooperación bilateral. China, como el segundo socio comercial de México, representa un mercado clave, con exportaciones mexicanas que incluyen cobre, aguacate y tequila. Sin embargo, la balanza comercial favorece ampliamente a China, lo que genera cuestionamientos sobre la equidad en esta relación y la necesidad de diversificar los intercambios más allá de lo económico.
La riqueza cultural de ambos países fue un eje central del evento. Las similitudes entre las tradiciones mexicanas y chinas, como el respeto por los ancestros y las festividades comunitarias, fueron destacadas en conferencias que compararon el Día de Muertos con el Festival Qingming. Sin embargo, algunos asistentes señalaron que estas comparaciones podrían simplificar las complejidades culturales, corriendo el riesgo de romantizar las conexiones sin abordar las diferencias históricas o sociales.
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El arte tuvo un papel protagónico en el foro, con exposiciones de pintura tradicional china junto a obras de artistas mexicanos inspiradas en la estética oriental. Una presentación de danza del león y música con instrumentos prehispánicos simbolizó la fusión cultural, pero algunos críticos argumentaron que estas actividades, aunque vistosas, no profundizan en los retos de la integración cultural en un contexto de globalización. La falta de participación de comunidades chino-mexicanas locales también fue un punto de crítica.
El evento incluyó paneles sobre los retos económicos, como la necesidad de reducir la dependencia mexicana de importaciones chinas y fomentar la inversión en sectores estratégicos. China ha financiado proyectos de infraestructura en México, pero la falta de transparencia en estos acuerdos ha generado escepticismo. Los asistentes al foro pidieron mayor claridad en las negociaciones bilaterales, especialmente en un contexto donde la relación con Estados Unidos complica las dinámicas comerciales de México.
La diplomacia cultural fue otro tema clave. Desde la apertura de relaciones en 1972, China y México han promovido intercambios a través de programas educativos y festivales. Sin embargo, la barrera del idioma y la falta de acceso a estos programas para la población general limitan su alcance. Algunos consideran que el foro debería haber propuesto iniciativas más inclusivas, como becas o talleres accesibles, para fortalecer los lazos a nivel comunitario.
El impacto histórico de la migración china en México, especialmente en el siglo XIX, fue abordado en charlas que destacaron la contribución de esta comunidad en regiones como Baja California y Yucatán. Sin embargo, las discusiones evitaron profundizar en episodios oscuros, como la discriminación sufrida por los migrantes chinos durante el Porfiriato. Esta omisión generó críticas por no ofrecer una visión completa de la relación bilateral.
El foro también exploró el potencial del turismo cultural, con propuestas para promover destinos como las zonas arqueológicas mexicanas en China y los sitios históricos chinos en México. Sin embargo, la falta de infraestructura turística y las restricciones de visas dificultan estos planes. Algunos asistentes señalaron que, sin un esfuerzo conjunto para facilitar el turismo, estas ideas podrían quedar en promesas vacías.
La relación China-México enfrenta retos globales, como las tensiones comerciales con Estados Unidos y las preocupaciones por el cambio climático. El foro propuso iniciativas de cooperación en energías renovables, pero la falta de compromisos concretos dejó dudas sobre su viabilidad. Los críticos piden que los acuerdos culturales y económicos prioricen la sostenibilidad y el beneficio mutuo, en lugar de enfocarse solo en el comercio.
El Foro Cultural Hongting es un paso hacia una relación más profunda entre China y México, pero su éxito dependerá de acciones que vayan más allá de los eventos simbólicos. La riqueza cultural de ambos países ofrece una base sólida para la colaboración, pero sin políticas inclusivas y transparentes, el “nuevo capítulo” prometido podría quedar como una oportunidad perdida para fortalecer los lazos entre estas dos naciones.
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Con información de INFOBAE