A la ballena parecía encantarle estar rodeada de gente y rápidamente cautivó a los residentes locales, a quienes se les ocurrió el nombre Hvaldimir, una combinación de la palabra noruega para ballena, “hval”, y el primer nombre del presidente ruso Vladimir Putin.
La ballena de 14 pies (4.2 metros) y 2,700 libras (1,224 kilos) fue encontrada muerta el sábado en el puerto de Stavanger, una ciudad en el suroeste de Noruega, después de haber residido en el área desde el año pasado, informó la Dirección Noruega de Pesca en un comunicado el lunes.
El biólogo marino Sebastian Strand, que había seguido las aventuras de Hvaldimir para la organización sin fines de lucro Marine Mind, dijo que descubrió la ballena mientras la buscaba y que estaba “desconsolado”.
“(La ballena) significó más de lo que puedo expresar con palabras, para mí, para el equipo y para miles de personas cuyas vidas había impactado profundamente”, afirmó Strand, y agregó que se sabía que Hvaldimir estaba vivo el viernes.
“Estábamos respondiendo a un avistamiento, pero no sabíamos que le había pasado nada”, agregó.
Strand dijo que Hvaldimir sólo tenía heridas superficiales y que la causa de la muerte no estaba clara. El lunes se realizó una autopsia, dijo la dirección de pesca.
Aunque los residentes especularon que Hvaldimir podría estar en una misión clandestina para el Kremlin, Moscú nunca reivindicó al supuesto agente ruso como suyo.
El uso militar de animales marinos está bien documentado.
Las armadas de todo el mundo, incluidas las de la Unión Soviética y los Estados Unidos, intentaron domesticar cetáceos para misiones de espionaje durante la Guerra Fría, entrenándolos para recuperar objetos submarinos y detectar minas e incluso participar en operaciones de defensa.
Pero Hvaldimir también podría haber sido una ballena terapéutica, según otras teorías, lo que podría explicar su interés por las personas y sus respuestas a las señales manuales.
“Parecía que Hvaldimir llegó a Noruega cruzando desde aguas rusas, donde se presume que estuvo en cautiverio”, señaló Marine Mind en su sitio web.
La soledad y el comportamiento de la ballena eran atípicos para su especie, que generalmente se mueve en grupos y habita áreas remotas del Ártico. Se sabía que Hvaldimir era un fanático de los catamaranes en Noruega, siguiéndolos regularmente de una piscifactoría (granjas acuáticas) a otra y buscando comida debajo de las redes de pesca.
“Se ha quedado cerca de las piscifactorías y ha podido capturar peces que pastan en el excedente de alimento de las piscifactorías”, señaló la dirección de pesca.
“Por ahora, trabajamos para lograr una dignidad final y asegurarnos de que se conserve bien y sea examinado para que su muerte no sea un misterio”, dijo Strand. “Pero pase lo que pase, un querido amigo de muchos se ha ido”