Defensores de los trabajadores agrícolas migrantes hacen nuevamente un llamado al gobierno de Ontario para que aplique medidas de emergencia que protejan a los trabajadores agrícolas del calor extremo.
Justicia para los trabajadores migrantes (Justice for Migrant Workers J4MW), un colectivo de voluntarios que luchan por la equidad de los trabajadores agrícolas, dijo que lleva más de un año pidiendo mejores protecciones contra el calor para estas personas.
En una carta abierta enviada el lunes de esta semana, el colectivo volvió a manifestar su preocupación al primer ministro Doug Ford y a su ministro de Trabajo, Inmigración, Formación y Desarrollo de Competencias, David Piccini.
J4MW también acusó al gobierno provincial de “cruzarse de brazos” después de que se comprometiera a promulgar normas que protegieran a los trabajadores del calor en julio del año pasado.
En la carta, el colectivo expresó su preocupación por la reciente ola de calor en Ontario, que hace de este verano otra temporada peligrosa para quienes trabajan al aire libre.
“La provincia no debe esperar a que ocurra una tragedia para aprobar una legislación que proteja las bases del sistema alimentario canadiense: los trabajadores agrícolas”, reza parte de la carta.
Los trabajadores agrícolas tienen 35 veces más probabilidades que el resto de la población de morir por exposición al calor, según la carta.
J4MW también destacó que la mayoría de los trabajadores agrícolas migrantes que llegan a Canadá son personas racializadas y con bajos ingresos, y que negarles un acceso suficiente a la refrigeración es una forma de racismo medioambiental.
El colectivo exige específicamente que el gobierno de Ford obligue a los empleadores a proporcionar primeros auxilios, estaciones de hidratación y sombra para los trabajadores, que se cierren las granjas y se siga pagando a los trabajadores durante los fenómenos meteorológicos extremos, y que el gobierno inspeccione proactivamente las granjas para comprobar que las condiciones de trabajo son adecuadas.
Chris Ramsaroop, organizador de J4MW e instructor en la Universidad de Toronto, dijo que los trabajadores migrantes con los que ha hablado han descrito su situación como “un infierno” y han declarado “sentirse al borde de la muerte”.
Según Ramsaroop, al igual que en los almacenes de Amazon, a los trabajadores se les suele pagar por libra por los productos que cosechan, lo que significa que tienen que competir entre sí para maximizar sus ingresos.
Los trabajadores también contaron a Ramsaroop que no les dan agua ni descansos adicionales cuando el calor es fuerte.
El calor extremo es un problema para los trabajadores agrícolas, tanto en sus condiciones de vida como de trabajo, explicó Ramsaroop. Algunos trabajadores le han dicho que tanto los sitios donde viven como sus lugares de trabajo carecen de aire acondicionado, ventiladores o ventilación adecuada. También ha oído hablar de trabajadores inmigrantes que se desmayan a causa del calor.
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Ramsaroop aseguró que la provincia tiene la responsabilidad de proteger los derechos de los trabajadores inmigrantes.
Muchas de estas personas llegan a Canadá con visados de trabajo temporales, que les permiten entrar en el país para trabajar para un empleador concreto.
“Como consecuencia de la precariedad [de la mano de obra migrante], existe un claro temor a ejercer sus derechos por miedo a ser deportados”, afirmó Ramsaroop.
Taneeta Doma, abogada de la Clínica para trabajadores agrícolas inmigrantes de la Universidad de Windsor, aseveró que algunos trabajadores que denuncian a sus empleadores han visto cómo sus denuncias no son tomadas en cuenta, mientras que otros han sido incluso deportados. Doma quiere que el gobierno proteja a los trabajadores tanto del calor como de las represalias de sus empleadores.
La abogada indicó que el gobierno “tiene mucho trabajo” por hacer e insta a la administración provincial a “asegurarse de que se toman medidas proactivas para que los trabajadores no tengan que arriesgar su empleo para tener un entorno laboral seguro”.
Según Doma, la regulación es algo que a los propios trabajadores inmigrantes les gustaría mucho ver por parte del gobierno de Ontario.
“[Para los trabajadores inmigrantes], no poder ver los frutos de eso, o que nada se ponga en marcha es realmente preocupante”.
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Con información de Radio-Canada