Desde su primer día en la Casa Blanca, Donald Trump presumió una “acción rápida e inmediata” en la implementación de sus políticas, cumpliendo con varias de sus promesas de campaña. Con un estilo desafiante, el expresidente firmó órdenes ejecutivas que marcaron el rumbo de su administración y generaron reacciones tanto de apoyo como de rechazo.
Entre las primeras medidas tomadas por Trump estuvo la eliminación de regulaciones ambientales y la cancelación de acuerdos comerciales que, según él, perjudicaban a los trabajadores estadounidenses. “Estamos devolviendo el poder al pueblo y protegiendo nuestros intereses”, afirmó en un discurso.
Otro de los puntos clave en su inicio de mandato fue la política migratoria, con un enfoque más estricto en el control de fronteras y la implementación de medidas contra la inmigración ilegal. Su decisión de reforzar la construcción del muro en la frontera con México desató una fuerte polémica tanto a nivel nacional como internacional.
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Mientras sus seguidores celebraban su rapidez en la toma de decisiones, la oposición y diversas organizaciones denunciaron que muchas de sus acciones carecían de análisis profundo y podrían tener consecuencias negativas a largo plazo. “No se trata solo de actuar rápido, sino de hacerlo con responsabilidad”, criticó un legislador demócrata.
A lo largo de su mandato, Trump continuó con su estilo de gobierno basado en decisiones rápidas y discursos confrontativos, lo que definió una administración marcada por la polarización política y la constante controversia.
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Con información de INFOBAE
