Durante la noche del 19 de agosto, autoridades de Estados Unidos confirmaron el despliegue de varios buques de guerra con destino a las costas de Venezuela, como parte de una estrategia militar para enfrentar a los cárteles de droga, catalogados como “organizaciones terroristas” por el Departamento de Estado.
De acuerdo con información difundida por un funcionario bajo anonimato, se prevé que el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson arriben en los próximos días al Caribe venezolano. La operación también contempla la movilización de cerca de 4 mil soldados estadounidenses en la región, en lo que se considera una de las acciones más contundentes de Washington contra el régimen de Nicolás Maduro.
Estados Unidos: “Usaremos todo nuestro poder”
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, señaló que el expresidente Donald Trump está preparado para “usar todo el poder estadounidense” con el objetivo de frenar el tráfico de drogas y llevar a los responsables ante la justicia.
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Agregó que, para Washington, el régimen de Maduro no representa un gobierno legítimo, sino una estructura criminal vinculada con el Cártel de los Soles, considerado por el Departamento del Tesoro como una organización terrorista global.
En el comunicado, Leavitt recordó que el buque USS Gravely ya había estado en el puerto de Veracruz el pasado abril como parte de ejercicios de cooperación con México, y ahora forma parte de este despliegue militar que, según la Casa Blanca, pretende cortar las rutas de la droga en el Caribe.
Acusaciones contra Nicolás Maduro
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a Nicolás Maduro de liderar el Cártel de los Soles, grupo que habría utilizado infraestructura militar y estatal venezolana para el trasiego de cocaína desde la década de 1990. Según estas acusaciones, el cártel controla puertos, aeropuertos y vehículos gubernamentales para movilizar drogas hacia América Central, África, Medio Oriente y Europa.
Como parte de la ofensiva internacional, Washington colocó a Maduro en la lista de los criminales más buscados, ofreciendo una recompensa superior a los 50 millones de dólares por información que lleve a su captura. Además, se ha incrementado la presión hacia la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para reforzar el combate al narcotráfico en la frontera sur.
El despliegue de buques y tropas en el Caribe marca un nuevo episodio de tensión entre Washington y Caracas, reavivando el debate internacional sobre la legitimidad del gobierno venezolano y el alcance de la estrategia militar estadounidense en la región.
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