En una operación sin precedentes, Estados Unidos ha comenzado a liberar 14 millones de moscas estériles por semana sobre la selva de Panamá, como parte de una estrategia biológica para detener la propagación de la Cochliomyia hominivorax, más conocida como la “mosca del gusano barrenador”. La intervención cuenta con el aval del gobierno panameño y se lleva a cabo con alta precisión tecnológica, similar a la de un ataque quirúrgico.
Aunque la imagen de millones de insectos volando puede resultar inquietante, se trata de una maniobra clave para frenar una plaga que afecta gravemente al sector ganadero y representa un riesgo para la salud pública en toda Centroamérica. Las larvas de esta mosca invaden tejidos vivos de animales y humanos, provocando infecciones profundas e incluso la muerte.
Estados Unidos atiende al escudo sanitario en Panamá

La operación, respaldada por la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador (COPEG), tiene como objetivo crear una barrera natural en el istmo panameño. Este punto estratégico es clave para evitar que la plaga avance hacia América del Norte, donde ya se han registrado más de 15.600 casos hasta finales de 2024.
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La expansión de la plaga compromete la seguridad alimentaria, especialmente en comunidades rurales dependientes del ganado. Por ello, la acción conjunta entre Estados Unidos y Panamá representa un esfuerzo continental para preservar la salud animal y humana, así como proteger los ecosistemas agrícolas.
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Técnica del insecto estéril: la clave del combate
La estrategia utilizada se basa en la Técnica del Insecto Estéril (TIE), un método biotecnológico que consiste en criar machos de la especie en laboratorios, esterilizarlos mediante radiación y liberarlos en la naturaleza. Al aparearse con hembras silvestres, estas no pueden reproducirse, lo que reduce progresivamente la población de la plaga.
Este método ha sido exitoso en otras regiones, pero su implementación en Panamá marca un nuevo capítulo por su escala y ubicación estratégica. La operación, coordinada semanalmente, se ha convertido en un componente crucial de la seguridad zoosanitaria del hemisferio occidental.

Con esta iniciativa, Panamá y Estados Unidos buscan no solo contener la plaga, sino también establecer un modelo de cooperación internacional en salud pública y prevención biológica.