Crystal Tadlock, una reconocida enfermera de 35 años, fue despedida del hospital Memorial Hermann Greater Heights tras sus polémicas declaraciones durante su arresto por conducir ebria en Magnolia, Texas, el pasado sábado 11 de octubre. La profesional de la salud había sido premiada previamente con el Daisy Award por Enfermería Extraordinaria, un reconocimiento otorgado a través de testimonios de pacientes, familiares y compañeros.
Los hechos ocurrieron después de que Tadlock fallara la prueba de aliento alcohólico mientras manejaba de regreso a su casa tras consumir bebidas en un concierto. Al ser ingresada a la patrulla, la enfermera perdió el control y fue captada lanzando amenazas y comentarios racistas hacia los oficiales, quienes eran de origen latino.
Amenazas y agresiones de la enfermera
Durante la lectura de sus derechos, Tadlock aseguró que estaba esposada únicamente porque el ICE no los había detenido aún. Además, afirmó que cuando los oficiales visitaran su hospital, “los dejaría morir” y rompería su juramento de enfermera de no causar daño.
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La mujer también lanzó burlas sobre el acento extranjero de los policías, asegurando que no podían comunicarse correctamente. Los oficiales indicaron que sus palabras eran difusas, sus ojos estaban irritados y casi se cae durante la prueba de aliento alcohólico. Tadlock justificó su dificultad para caminar diciendo que el día anterior había recibido una inyección en el ojo, comentario que gritó mientras permanecía en la patrulla.
Despido y repercusiones
El Memorial Hermann Greater Heights emitió un comunicado señalando que la privacidad y el bienestar de los pacientes eran su prioridad, y que las acciones de Tadlock eran inaceptables. La noticia de su despido generó indignación en redes sociales, en parte porque la enfermera había sido reconocida por su labor destacada apenas en 2021. La institución dejó claro que la conducta de Tadlock contradecía los valores y el compromiso ético del hospital, y que no continuaría laborando allí.
El caso ha despertado debate sobre la responsabilidad de los profesionales de la salud fuera del entorno laboral, así como sobre las consecuencias legales y sociales de conducir bajo los efectos del alcohol. Tadlock enfrenta ahora cargos por conducir ebria, mientras que su carrera en la enfermería se ve severamente afectada por este incidente.
La combinación de alcohol, declaraciones racistas y amenazas a oficiales resalta la gravedad del comportamiento de Tadlock, quien, pese a sus reconocimientos previos, perdió su puesto y su reputación profesional en un solo episodio.
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