¡Lindo perrito! En redes sociales siempre aparecen videos que logran enternecer a miles de personas, pero pocos alcanzan la mezcla perfecta entre dulzura, ternura y espiritualidad. Ese fue el caso de un lomito que se volvió viral por una costumbre tan peculiar como conmovedora: no comer sus croquetas hasta orar junto a sus dueños.
La escena ha sido compartida miles de veces y ha dejado un mensaje que trasciende lo anecdótico. Para muchos, el gesto del perrito recordó la importancia de la gratitud, incluso en los actos más cotidianos como la hora de la comida.
El gesto de fe del perrito
En el clip de Instagram, se observa cómo el lomito recibe su plato lleno de croquetas. En lugar de abalanzarse sobre él, el perrito se queda quieto y extiende la patita hacia su dueño. Sorprendido por la reacción, el hombre duda unos segundos, hasta que su esposa le aclara con una sonrisa: “Te está pidiendo la mano, mi amor, para orar”.
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El momento toma un giro inesperado cuando el dueño, conmovido, acepta la invitación de su mascota. Sostiene la patita y recita una oración sencilla pero cargada de gratitud: “Gracias Dios por los alimentos, gracias porque siempre como y me cocinan, gracias por los alimentos que manda la abuelita, amén”.
Solo después de este pequeño ritual, el lomito comienza a comer sus croquetas, lo que generó sorpresa y ternura entre quienes vieron el video. La naturalidad con la que el perro participa del acto lo convirtió en un ejemplo de disciplina y fe que no pasó desapercibido.
Reacciones de ternura en redes sociales
El video rápidamente alcanzó miles de reproducciones y comentarios, la mayoría cargados de cariño y admiración hacia el perrito y sus dueños. Entre los mensajes más destacados, los usuarios escribieron: “Amén, que nunca le falten las croquetitas”, “Qué hermoso y agradecido con Dios”, “Qué hermoso perrito, que no come antes de orar primero”.
Para muchos, la escena fue más que un simple momento viral. Representó una lección de vida en un mundo en el que las prisas suelen hacer olvidar la gratitud. En este caso, fue un lomito el que, con su gesto espontáneo, recordó que siempre hay razones para agradecer.
El tierno perro no solo se ganó el corazón de millones, sino que también se convirtió en símbolo de fe y agradecimiento, enseñando que incluso en los detalles más pequeños se pueden encontrar grandes mensajes.
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