Elon Musk, empresario y fundador de Tesla y SpaceX, anunció oficialmente su salida del cargo de asesor especial en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del gobierno de Donald Trump, tras 130 días de servicio. Su renuncia se produce en medio de fuertes desacuerdos con la administración y una serie de controversias sobre su participación en la política pública.
La decisión de Musk está directamente relacionada con su oposición al paquete legislativo recientemente aprobado por el Congreso estadounidense, conocido como el “Big Beautiful Bill”. Según Musk, esta iniciativa incrementa el déficit fiscal de manera irresponsable y va en contra de los principios de eficiencia y contención del gasto que él defendía desde su puesto en el DOGE.
“Mi tiempo en el DOGE llega a su fin. Aunque fue un honor apoyar al presidente, no puedo respaldar una legislación que contradice los objetivos por los cuales me integré al equipo”, expresó Musk en su carta de despedida.
Durante su estancia como asesor, Musk impulsó medidas altamente controvertidas, entre ellas la consolidación de bases de datos ciudadanas con el argumento de mejorar la eficiencia burocrática. Sin embargo, estas políticas desataron severas críticas por parte de organizaciones civiles, que acusaron al empresario de poner en riesgo la privacidad y los derechos fundamentales de los ciudadanos estadounidenses.
Analistas y activistas compararon estas acciones con prácticas autoritarias, advirtiendo sobre un posible uso indebido de los datos para fines políticos o de control social.
A pesar de que públicamente se le consideraba uno de los líderes del DOGE, la Casa Blanca aclaró en varias ocasiones que Musk no ostentaba un cargo oficial con autoridad ejecutiva, sino que se desempeñaba como asesor especial del presidente. Esta ambigüedad generó controversias legales, y algunos estados interpusieron demandas argumentando que su rol violaba principios constitucionales al no haber sido ratificado por el Senado.
La administración Trump defendió la legalidad de la posición de Musk, asegurando que no tomaba decisiones formales y que su papel era estrictamente consultivo.
TAL VEZ TE INTERESE: Liam Payne había consumido cocaína rosa y otras sustancias, revela informe
El futuro de Musk
Tras su salida del ámbito gubernamental, Elon Musk aseguró que centrará sus esfuerzos en el sector privado, liderando sus compañías y promoviendo la eficiencia gubernamental desde fuera de la política. “Hay muchas formas de impulsar el cambio sin estar dentro del gobierno”, comentó en redes sociales.
Con esta renuncia, Musk marca el fin de una breve pero intensa etapa en la política estadounidense, en la que su figura generó divisiones tanto dentro del gobierno como en la opinión pública.
Elon Musk renunció a su rol como asesor en el gobierno de Donald Trump en mayo de 2025. La decisión sorprendió al círculo político de Washington.
Musk, CEO de Tesla y SpaceX, fue nombrado asesor en temas de tecnología e innovación. Su salida se atribuye a desacuerdos con políticas migratorias.
El empresario expresó en X su descontento con restricciones a visas H-1B. Estas afectan a trabajadores especializados, clave para sus empresas.
Musk se enfocará ahora en sus proyectos, como Neuralink y Starlink. Su salida podría afectar la relación entre Trump y Silicon Valley.
Analistas ven en esto una señal de tensiones entre tecnología y política. El tema de las visas seguirá siendo un punto de conflicto.
TAL VEZ TE INTERESE: Liam Payne había consumido cocaína rosa y otras sustancias, revela informe
Con información de La Jornada