Una insólita escena fue captada en video al noreste de Bangkok, Tailandia, cuando un elefante macho irrumpió en una tienda de abarrotes a plena luz del día y comenzó a devorar diversos alimentos de los estantes.
El hecho ocurrió en una miscelánea ubicada junto a una carretera principal, cerca del Parque Nacional Khao Yai, en el noreste del país asiático.
Elefante se hace viral por atacar una tienda
El protagonista fue un cuadrúpedo de unos 30 años que, sin mostrar señales de agresividad, ingresó al local y, con total confianza, comenzó a tomar bolsas de comida con su trompa. La postal dejó perplejos a los trabajadores del lugar, quienes no pudieron hacer más que observar al enorme visitante satisfacer su antojo.
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Según la dueña del establecimiento, Kamploy Kakaew, el elefante consumió al menos nueve bolsas de galletas dulces, varias de arroz, plátanos secos y un sándwich que recién había comprado esa mañana.
A pesar de las pérdidas económicas, la comerciante agradeció que el animal no mostrara comportamiento violento y abandonara el sitio sin incidentes mayores.
“Comió unas nueve bolsas de galletas dulces, un sándwich y unos plátanos secos que acababa de comprar por la mañana”, relató en una publicación que rápidamente se viralizó en redes sociales.
@nbcnews An elephant caused chaos in a grocery store in Thailand when it walked in and began to help itself to snacks.
Una situación cada vez más frecuente
Danai Sookkanthachat, voluntario del Parque Nacional Khao Yai, explicó que este animal se llama Plai Biang Lek y es conocido en la región por sus interacciones con humanos, especialmente en zonas cercanas a comunidades o establecimientos rurales.
El incidente no es un caso aislado. En Tailandia, la invasión de elefantes a propiedades privadas se ha vuelto más común debido a la reducción progresiva de su hábitat natural.
Según cifras del Departamento de Parques Nacionales, Vida Silvestre y Conservación de Plantas, el país alberga entre 3,700 y 4,400 elefantes salvajes. La presión sobre sus territorios ha provocado un aumento en los conflictos entre estos animales y las comunidades locales.
Aunque la imagen de un elefante comiendo galletas pueda parecer graciosa, expertos recuerdan que estos encuentros reflejan un problema más profundo: la necesidad urgente de proteger los ecosistemas naturales para preservar la armonía entre la fauna y los asentamientos humanos.
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