En diciembre se cumplirán 20 años del descubrimiento del asteroide Apophis, apodado ‘Dios del caos’, de 375 metros de diámetro, aproximadamente el tamaño de tres campos de fútbol. Fue descubierto el 19 de junio de 2004 por los astrónomos Roy A. Tucker, David J. Tholen y Fabrizio Bernardi en el Observatorio Nacional Kitt Peak en Arizona y algunas observaciones apuntaban a que existía probabilidad alta de colisión con la Tierra ya que el asteroide sigue una órbita elíptica alrededor del Sol, acercándolo a la Tierra a intervalos periódicos, lo que desató una ola de atención y estudio ante esta posible amenaza.
De ahí su nombre de ‘Dios del caos’ –Apophis, dios egipcio de la destrucción–, al ser considerado el asteroide potencialmente más peligroso para nuestro planeta. Si colisionara, no causaría una extinción masiva, pero podría matar a millones de personas.
Estudios posteriores determinaron que podía quedar descartada la colisión con nuestro planeta, al menos para 2029, aunque sí tendrá un encuentro cercano con nosotros en ese momento, ya que pasará a tan solo 32.000 kilómetros de la Tierra, una distancia incluso más pequeña que la de muchos satélites en geoestacionarios (en órbita terrestre).
¿QUÉ ES EXACTAMENTE APOPHIS?
Apophis es un asteroide compuesto de una mezcla de roca, metal y posiblemente hielo, algo habitual de muchos asteroides del sistema solar que llamó la atención de los astrónomos ante su posible colisión con la Tierra en el futuro. La fecha más significativa en nuestro futuro cercano respecto al ‘Dios del caos’ es el 13 de abril de 2029, momento en el que se acercará notablemente a nuestro planeta.
Aunque no se espera un impacto directo, el paso de este gigantesco asteroide plantea nuevas preguntas sobre los riesgos espaciales que podrían afectar a nuestro planeta. En un nuevo trabajo que se encuentra disponible en el servidor de preimpresión arXiv y ha sido aceptado para su publicación en The Planetary Science Journal, los científicos profundizan en esta interacción que se producirá entre el asteroide y nuestro planeta en 2029, exponiendo que el asteroide experimentará cambios drásticos en su superficie y podría cambiar su estructura a causa de la fuerza de la gravedad terrestre. La cercanía de tan magno asteroide podría desencadenar temblores y deslizamientos de tierra en la roca espacial.
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La gravedad tendrá un impacto extremo en el asteroide. La fuerza gravitatoria hará que este se sacuda tan fuerte que provoque que rocas y el polvo se desprendan desde la superficie, lo que los científicos conocen como “erosión espacial” y que haría que la gravedad del planeta –en este caso la Tierra–, tire de las rocas en la superficie de un asteroide, arrojándolas y revelando la capa subyacente.
Según las simulaciones informáticas, los tirones gravitacionales de la Tierra, probablemente esculpirán la superficie de Apophis durante ese futuro encuentro dentro de cinco años. Aunque algunas rocas escaparán, teniendo en cuenta la pequeña gravedad de la roca espacial en comparación con la de la Tierra (unas 250.000 veces menor), otras caerán de nuevo sobre el asteroide, generando patrones únicos en la superficie que podrían ser reconocidos por una nave espacial al pasar.
“El encuentro de 2029 inducirá eventos sísmicos discretos impulsados por mareas a corto plazo que conducen a aceleraciones superficiales de alta frecuencia que alcanzan magnitudes similares a la gravedad de Apophis, y que pueden ser detectables por sismómetros modernos”, escribieron los autores.
¿CÓMO SE PREPARAN LOS CIENTÍFICOS PARA MONITOREAR EL PASO DE APOPHIS?
La fase interesante de este encuentro es que ya existe una misión en camino para encontrarse con el asteroide. Se trata de OSIRIS-APEX de la NASA que se dirige a Apophis para comprender mejor cómo va a transformarse tras su encuentro con nuestro planeta. Durante 18 meses, la misión estudiará la composición química de Apophis y documentará las alteraciones de la superficie. Cuanto más sepamos sobre esta roca espacial, más preparados estaremos para próximos acercamientos.
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Con información de National Geographic