Hace cinco años, el 31 de julio de 2018, ocurrió un sorprendente y dramático accidente en el vuelo de Aeroméxico. El vuelo 2431 sufrió un percance al intentar despegar, desviándose de la pista y estrellándose en un campo abierto.
Sobrecargos de Aeroméxico salvan vidas
Lo que podría haber sido una tragedia se convirtió en un milagro, gracias a la valiente y oportuna actuación de dos sobrecargos de Aeroméxico que se convirtieron en verdaderas heroínas.
El avión de Aeroméxico, con 103 personas a bordo, comenzó a incendiarse apenas 4 minutos después del accidente, creando una situación de emergencia extrema.
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En menos de dos horas, las autoridades de salud confirmaron que a pesar del aparatoso incendio, no se reportaron fallecidos y solo 18 personas resultaron lesionadas, tres de ellas de gravedad. De los 99 pasajeros, 49 fueron hospitalizados.
Tras una exhaustiva investigación, se determinó que los pilotos no siguieron los protocolos establecidos, ya que un practicante ocupó el sitio del copiloto durante el despegue, lo que violó las políticas y procedimientos de la compañía. En consecuencia, los tres miembros de la tripulación fueron removidos de sus cargos.
Sin embargo, las verdaderas protagonistas de esta historia son Samantha Hernández y Brenda Zavala, las sobrecargos que demostraron valentía y profesionalismo en medio de la emergencia.
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Su actuación oportuna y efectiva fue la clave para salvar a todos los pasajeros del fatídico vuelo, evitando que murieran calcinados en el fuselaje del avión en llamas.
