Por Lorena Careaga
Hablando de historia y otras cosas, ¿sabían ustedes que en este mes de marzo conmemoramos el nacimiento de dos destacados químicos mexicanos?
Que tal, les saluda Lorena Careaga y hoy hablaremos de Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, corresponsable de uno de los 100 inventos de mayor impacto transformador de la humanidad, y de Mario Molina Pasquel, ganador del Premio Nobel.
Miramontes nació en Tepic, Nayarit, el 16 de marzo de 1925, y desde pequeño mostró un espíritu científico que su tía, maestra rural y revolucionaria villista, se encargó de estimular. Estudió Ingeniería Química en la UNAM, llegando a ser investigador fundador del Instituto de Química de esa misma institución y Subdirector de Investigación del Instituto Mexicano del Petróleo.
A lo largo de su vida y hasta su muerte, acaecida en septiembre de 2004, Miramontes consiguió más de 60 patentes de inventos de todo tipo. Pero fue en octubre de 1951, cuando tenía apenas 26 años de edad, cuando realizó la síntesis de la noretisterona, base del primer anticonceptivo oral sintético, o sea, la píldora anticonceptiva, invento que transformaría la vida de las mujeres y por ende de la familia y de la sociedad.
Por su parte, Mario Molina nació el 19 de marzo de 1943 en la Ciudad de México. Al igual que Miramontes, mostró un talento extraordinario para la química, montando un pequeño laboratorio en el baño de su casa, auxiliado también por una tía, química de profesión. Ingresó a la carrera de Ingeniería Química en la UNAM, hizo estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, en Alemania, y el Doctorado en Berkeley, California.
Molina fue el primero en darse cuenta que los clorofluorocarbonos, o CFCs, que se encuentran en los aerosoles y en ciertos refrigerantes y compuestos plásticos, podían destruir la capa de ozono que nos protege de los rayos ultravioletas del sol, alertando al mundo acerca de este peligro. Tuvieron que pasar varios años para que su hipótesis fuera demostrada, pero en 1995, Molina y Sherwood Rowland, fueron galardonados, junto con el sueco Paul Crutzen, con el Nobel de química.
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