El océano volvió a revelar uno de sus misterios más inquietantes. Por primera vez en la historia, un grupo de científicos documentó en video un ataque coordinado de orcas contra crías de tiburón blanco en las costas de Gansbaai, Sudáfrica, región conocida como el “triángulo de los tiburones”. El hallazgo, publicado en Marine Ecology Progress Series, cambia la comprensión sobre la jerarquía depredadora marina.
El equipo liderado por el biólogo Ryan Johnson del Marine Dynamics Institute registró las imágenes con drones y sensores submarinos durante un estudio de migración de tiburones. En ellas, se observa cómo dos orcas adultas —identificadas como Port y Starboard— atacan a tres tiburones juveniles, inmovilizándolos con precisión quirúrgica antes de alimentarse de sus hígados, un comportamiento que antes solo se había reportado en tiburones adultos.
“Fue impactante”, relató Johnson. “Las orcas no solo cazaron a los tiburones jóvenes, sino que mostraron un nivel de coordinación y planificación que sugiere aprendizaje social avanzado”. Según los investigadores, este patrón podría estar extendiéndose a otras poblaciones de orcas en el Atlántico Sur.

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El estudio indica que la caza de tiburones por parte de orcas tiene consecuencias ecológicas profundas. Desde que se comenzaron a registrar ataques en 2017, el número de tiburones blancos avistados en la región ha disminuido drásticamente, alterando el equilibrio trófico marino. “La desaparición de los tiburones está provocando un aumento de focas y peces carroñeros, lo que a su vez afecta a la pesca local”, explicó Johnson.
El hallazgo ha despertado preocupación en la comunidad científica y en organizaciones ambientales. “Estamos ante un cambio de paradigma: las orcas están asumiendo el rol del superdepredador marino por excelencia”, comentó la oceanógrafa María Fernández, del Smithsonian Institute.
Sin embargo, también representa una oportunidad para comprender mejor la inteligencia de las orcas. Los estudios revelan que estos cetáceos pueden modificar su comportamiento según la región y el tipo de presa, demostrando una flexibilidad cognitiva sin precedentes en el reino animal.

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En el video publicado, se aprecia cómo una de las orcas enseña a una más joven a atacar desde el costado para evitar la mordida del tiburón, un claro ejemplo de transmisión de conocimiento. “Esto demuestra que las orcas aprenden por observación, igual que los humanos”, añadió Fernández.
Las autoridades sudafricanas ya evalúan restricciones temporales para embarcaciones turísticas y pescadores en las zonas donde se han detectado ataques, a fin de proteger tanto a las orcas como a los tiburones juveniles.
Esta observación marca un antes y un después en la biología marina. Las orcas, las “lobas del océano”, siguen demostrando que el mar no tiene jerarquías fijas, sino un equilibrio dinámico donde la inteligencia, más que la fuerza, define quién sobrevive.



