La celebración de la Virgen de la Candelaria, que tiene lugar cada 2 de febrero, se perfila como una de las festividades más significativas en México, no solo por su importancia cultural y religiosa, sino también por su impacto económico. Según la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), este evento generará una derrama económica que superará los 1,500 millones de pesos a nivel nacional, lo que evidencia su relevancia como motor de consumo y actividad comercial.
Este monto, de acuerdo con la organización empresarial, proviene principalmente de tres fuentes: el consumo de tamales y atole, que es una tradición indispensable en esta fecha; la adquisición de vestimenta para los “Niños Dios”, una costumbre profundamente arraigada; y otros gastos relacionados con la celebración.
Octavio de la Torre, presidente de CONCANACO SERVYTUR, destacó que el Día de la Candelaria no solo refuerza la identidad cultural de los mexicanos, sino que también impulsa la economía nacional. En particular, el consumo de tamales y atole representa la mayor parte de esta derrama económica, con una cifra estimada de 1,200 millones de pesos, mientras que la compra de vestimenta y arreglos para los Niños Dios podría sumar otros 300 millones de pesos.
El presidente también subrayó la importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), así como de los negocios familiares, en la dinamización de la economía durante esta festividad. Estos actores económicos, señaló, no solo son el alma de la tradición, sino también un pilar fundamental en la generación de empleo y riqueza en el país.
Datos recientes proporcionados por la Secretaría de Turismo (SECTUR) revelan que en 2024 la Ciudad de México registró una derrama económica superior a los 250 millones de pesos durante esta festividad. De este total, 180 millones provinieron de la venta de tamales y atole, mientras que 70 millones correspondieron a la comercialización de vestimenta y arreglos para los Niños Dios.
Este fenómeno no se limita a la capital del país. Estados como Veracruz también experimentan un impacto económico significativo, con una contribución estimada de 60 millones de pesos en el marco de la festividad. Esto refuerza la idea de que el Día de la Candelaria es una celebración de alcance nacional que beneficia a múltiples regiones.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que aproximadamente 13,000 negocios familiares formales están dedicados a la producción y venta de tamales, una cifra que se duplica si se incluyen los negocios informales. Este sector genera empleo para miles de personas en todo el país. Además, se estima que más de 40 millones de mexicanos consumen al menos un tamal al día, y durante esta festividad, la demanda se triplica, considerando que el precio promedio por tamal es de 15 pesos.
La CONCANACO SERVYTUR ha enfatizado el papel crucial de las MiPyMEs y los negocios familiares en mantener vivas estas tradiciones, al tiempo que generan un impacto económico significativo. La agrupación también subrayó la necesidad de fortalecer a estos actores mediante políticas públicas que promuevan su formalización, competitividad y sostenibilidad a largo plazo.
“El Día de la Candelaria es una muestra clara de cómo las tradiciones mexicanas están íntimamente ligadas a la economía. Desde nuestra confederación, reafirmamos nuestro compromiso de apoyar a las microempresas y negocios familiares que hacen posible esta celebración. Es fundamental seguir trabajando para que estos sectores puedan crecer y prosperar, contribuyendo no solo a la economía, sino también a la preservación de nuestras costumbres y valores culturales”, concluyó Octavio de la Torre.