En una escena impactante que alerta sobre los efectos del cambio climático, un pastor de Kohistán, una región montañosa y remota del este de Pakistán, encontró el cuerpo de un hombre que llevaba desaparecido casi tres décadas. El cadáver se hallaba en un glaciar en franco derretimiento, conservado de manera casi milagrosa, incluso con su vestimenta intacta.
Junto al cuerpo apareció un documento que lo identificó como Naseeruddin, permitiendo a la policía vincularlo con un suceso ocurrido en 1997, cuando se sabe que fue arrastrado por una tormenta de nieve y cayó en una grieta glaciar. Desde entonces, se había perdido todo rastro de él.
Este hallazgo, según expertos consultados, es un claro indicador de que las nevadas han disminuido en la zona, lo que deja los glaciares más expuestos al sol y acelera el deshielo. Esa rápida fusión del hielo habría revelado el cuerpo enterrado durante décadas.
Según el testimonio del hermano de la víctima, Kathiruddin, ese día viajaban juntos a caballo hacia una cueva en el valle; al no regresar su hermano, buscó en vano su presencia y solicitó ayuda local para encontrarlo, sin éxito. La respuesta proviene también de especialistas como el profesor Muhammad Bilal, quien explica que las condiciones extremas de frío en los glaciares y el ambiente reducido en oxígeno pueden propiciar una momificación natural, preservando el cuerpo en condiciones excepcionales.