La empresaria Kim Kardashian reveló cómo un aneurisma detectado a tiempo transformó su vida, llevándola a priorizar la salud y el equilibrio sobre la fama, y a promover campañas globales de prevención neurológica. El brillo de las cámaras y la perfección de las alfombras rojas pocas veces dejan ver la vulnerabilidad detrás de las estrellas. En su más reciente documental titulado Inside Kim, la empresaria y celebridad estadounidense Kim Kardashian sorprendió al público al revelar que en 2024 fue diagnosticada con un aneurisma cerebral, un episodio que —en sus propias palabras— “le cambió la forma de entender la vida”.
La revelación se produce en un momento en que la estrella de 44 años ha intentado equilibrar su imagen pública con una nueva etapa más reflexiva. Con más de dos décadas bajo la luz de los reflectores, Kardashian decidió mostrar su lado más humano, compartiendo detalles de la enfermedad, su tratamiento y las emociones que la acompañaron en el proceso. “Por primera vez tuve miedo de no despertar. De perderme la infancia de mis hijos. De dejar de existir más allá de las cámaras”, confiesa entre lágrimas en el documental producido por Hulu.
Todo comenzó, según relata, con una simple revisión médica de rutina. Un estudio de imagen reveló una pequeña dilatación en una arteria del hemisferio izquierdo de su cerebro. Los médicos diagnosticaron un aneurisma temprano, una condición potencialmente mortal si no se detecta a tiempo. “No tenía síntomas. Fui al hospital por una migraña persistente y salí con una noticia que me cambió la vida”, recordó la empresaria.

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El tratamiento se realizó en el Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles, bajo la supervisión del neurólogo Dr. Steven Kaplan, quien explicó que la intervención fue mínimamente invasiva y completamente exitosa. “El aneurisma estaba en una etapa temprana. La detección oportuna fue determinante. Si Kim no se hubiera hecho ese chequeo, las consecuencias pudieron ser graves”, comentó el especialista en una entrevista posterior.
Durante su recuperación, Kardashian se alejó de los medios y de su entorno empresarial. Suspendió varias campañas de su marca de cosméticos y limitó sus apariciones públicas. “Entendí que no hay éxito posible si no hay salud. Había pasado años corriendo detrás de la perfección, y ese día entendí que el cuerpo también se cansa de fingir”, narró en uno de los fragmentos más emotivos del documental.
El testimonio de la empresaria ha tenido un fuerte impacto social. En cuestión de horas, su confesión se volvió tendencia mundial, y las búsquedas en Google sobre “aneurisma cerebral” y “prevención neurológica” se dispararon más del 400%. Especialistas en salud cerebral aprovecharon el momento para subrayar la importancia de los chequeos preventivos, incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas.
El Dr. Kaplan señaló que el aneurisma cerebral puede desarrollarse por factores como la hipertensión, el estrés crónico o la genética. “No hay un perfil único de riesgo. Personas que llevan una vida activa y saludable también pueden sufrirlo. La clave está en los estudios de imagen cada cierto tiempo”, explicó.
A lo largo del documental, Kim también reflexiona sobre cómo el episodio la llevó a replantearse su relación con la fama y el autocuidado. “Toda mi vida he vivido para los demás: para los fans, para los medios, para mis empresas. Esta vez aprendí a vivir para mí. Aprendí a quedarme quieta”, dice mientras se muestran imágenes de su proceso de rehabilitación.
Su madre, Kris Jenner, aparece en una de las secuencias más íntimas del documental, recordando la noche en que Kim le contó la noticia. “La vi asustada como nunca. Por primera vez no era Kim la empresaria o la influencer. Era mi hija, una mujer que solo quería seguir viva”, expresó con la voz entrecortada.
Tras su recuperación, Kardashian decidió aprovechar su plataforma para crear conciencia sobre la salud cerebral. En alianza con la American Heart Association y la Brain Aneurysm Foundation, lanzó una campaña digital con el lema “Listen to your body”, centrada en promover chequeos preventivos y manejo del estrés. “La vida moderna nos exige demasiado. No hay éxito si tu mente no descansa y tu cuerpo no sana”, escribió en sus redes.

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Los mensajes de apoyo no tardaron en llegar. Personalidades como Oprah Winfrey, Jennifer Lopez y Selena Gomez expresaron admiración por su valentía. “Que alguien con su alcance hable de salud mental y física con tanta honestidad es poderoso. Puede salvar vidas”, escribió Winfrey.
Sin embargo, la historia de Kim Kardashian va más allá del drama médico. En su narrativa se mezcla el dolor con la gratitud, la fama con la fragilidad. “Pasé años intentando controlar todo: mi imagen, mis negocios, mi vida. Pero hay cosas que no se controlan, solo se enfrentan”, reflexiona. En una de las escenas finales, la empresaria aparece caminando descalza sobre la arena de Malibú, con una voz en off que dice: “A veces la vida te apaga para que aprendas a escuchar tu respiración”.
El documental cierra con una frase que resume su renacer: “No soy la misma mujer que entró al hospital. Soy una mujer que volvió a nacer y que ahora valora cada silencio, cada minuto, cada risa”.
A raíz de su experiencia, Kardashian ha modificado su rutina diaria. Dedica más tiempo a la meditación, al yoga y al descanso, y ha reducido su agenda de trabajo a la mitad. “El dinero no compra tiempo, y el tiempo es lo único que no puedes devolver”, escribió en su cuenta de Instagram, junto a una imagen abrazando a sus hijos.



