El Gobierno de la Ciudad de México se encuentra avanzando en el diseño de una innovadora herramienta digital que promete transformar la manera de utilizar los servicios de transporte público: la denominada Tarjeta de Movilidad Integrada virtual. Este sistema, actualmente en etapa de pruebas con un 80 % de avance según lo reportado en el Primer Informe de Gobierno de la jefa de gobierno Clara Brugada, convirtió al teléfono celular en el nuevo medio para realizar el pago del Metro, Metrobús o Trolebús, prescindiendo por completo del uso de plásticos o instrumentos físicos tradicionales.
La propuesta, impulsada por la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), persigue como objetivo fundamental la eliminación de los obstáculos que enfrentan actualmente los usuarios al adquirir o recargar tarjetas físicas, sobre todo en zonas donde el acceso a taquillas o expendedoras es limitado. En esencia, esta modalidad procura diversificar las opciones de pago a disposición del público, facilitando la experiencia diaria del viajero y reduciendo fricciones operativas en el uso del transporte público.
Aunque por el momento no se ha establecido una fecha definitiva para su lanzamiento oficial, el proyecto virtual ha alcanzado un grado significativo de desarrollo —un emocionante 80 %—, lo que sugiere que su debida presentación al público podría ser inminente.
Un aspecto particularmente relevante es que esta plataforma no estará limitada a los principales sistemas de transporte carretera, como Metro y Trolebús, sino que extenderá su funcionalidad al Mexibús y el Mexicable. Esta interoperabilidad, que ya se empieza a desplegar, abre paso a una red más unificada y eficiente que favorece la conexión entre distintos modos de transporte metropolitanos.
Además, la coordinación entre autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México ha sido clave para garantizar que este recurso digital funcione de manera integrada en áreas limítrofes como el Cetram Indios Verdes. Esta colaboración representa un avance sustancial en la articulación de los sistemas de tránsito de ambas entidades, en favor de una experiencia de movilidad urbana más continua y accesible.
En suma, esta nueva alternativa digital no sólo busca modernizar la forma en que los usuarios realizan pagos en el transporte, sino también resolver cuestiones logísticas y promover una movilidad más cómoda, conectada e inclusiva para los millones de personas que se desplazan cada día por la capital del país y su zona conurbada.