Una investigación reciente, publicada en Journal of Archaeological Science: Reports, ha elevado considerablemente las estimaciones de población de la civilización maya durante su apogeo. Según este estudio, realizado por el equipo liderado por Francisco Estrada-Belli, el número de habitantes pudo haber alcanzado los 16 millones, cifra significativamente mayor a la estimación previa de alrededor de 11 millones calculada en 2018. Este aumento representa un incremento del 45 % respecto a los cálculos anteriores.
El análisis se realizó mediante tecnología lidar, que genera mapas tridimensionales precisos del terreno. Se evaluó un área de aproximadamente 95,000 kilómetros cuadrados, abarcando regiones como el departamento del Petén en Guatemala, el oeste de Belice y los estados mexicanos de Campeche y Quintana Roo. Esta visualización permitió observar un panorama sorprendente: los asentamientos mayas no estaban dispersos en pequeñas aldeas, sino que presentaban una alta densidad demográfica y una sofisticada interconexión urbana y rural.
El patrón detectado mediante lidar revela una estructura común en casi todas las zonas: una plaza central controlada por la élite, rodeada de viviendas y tierras agrícolas. La mayoría de las estructuras se encontraban a menos de cinco kilómetros de una plaza pública, lo que indica que incluso la población rural —generalmente no privilegiada— tenía acceso frecuente a los espacios comunes de carácter cívico y religioso.
En comparación, la población estimada de Nueva York ronda los 9 millones de personas. Por tanto, esta nueva estimación sugiere que, en su periodo dorado, la civilización maya llegó a albergar casi el doble de habitantes que la actual ciudad de Nueva York, destacando la magnitud e importancia de su organización social y espacial.