Christina Koch siempre tuvo la mirada puesta en el espacio. De niña, un póster con la icónica foto de la Tierra tomada en 1968 durante la misión Apolo 8 fue suficiente para despertar en ella el deseo de convertirse en astronauta. Décadas después, está a punto de cumplir ese sueño: convertirse en la primera mujer que viajará a la Luna.
La NASA confirmó que Koch será parte de la tripulación de Artemis II, misión que despegará en febrero de 2026 y que busca sobrevolar la Luna en un viaje de diez días. El proyecto forma parte del programa Artemis, diseñado para preparar el regreso del ser humano a la superficie lunar y sentar las bases para una futura exploración en Marte.
Una trayectoria marcada por récords

Christina Hammock Koch nació en 1979 en Grand Rapids, Michigan, y creció en Jacksonville, Carolina del Norte. Desde pequeña combinó su amor por la ciencia con la disciplina del trabajo duro, aprendida en los veranos que pasaba en la granja de su familia.
TAL VEZ TE INTERESE: Museo de México tiene la única obra original de Boticcelli en toda Latinoamérica
Estudió Física e Ingeniería Eléctrica y más tarde trabajó como investigadora en la Antártida, donde enfrentó condiciones extremas que la prepararon para los retos del espacio.
Su carrera como astronauta comenzó en 2013, cuando fue seleccionada por la NASA. En 2019 hizo historia al completar 328 días a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), lo que la convirtió en la mujer con el vuelo espacial más largo de la historia. También fue parte de la primera caminata espacial realizada exclusivamente por mujeres.

La misión que marcará un antes y un después en Christina Koch
Ahora, Koch compartirá cabina con el comandante Reid Wiseman, el canadiense Jeremy Hansen y Victor Glover, quien también será el primer hombre afroamericano en viajar alrededor de la Luna. La nave, llamada Integrity, recorrerá zonas nunca antes observadas del satélite natural.
Para Koch, la misión es mucho más que un logro personal: “Espero que inspire a una nueva generación de soñadores, como lo hizo el Apolo 8 en 1968”, afirmó en entrevista con la NASA.
Consciente del papel histórico que desempeña, la astronauta asegura que la Luna es un punto de partida para preguntas fundamentales: “¿Estamos solos? Este viaje es apenas un primer paso para encontrar respuestas”.

Con su disciplina, experiencia y determinación, Christina Koch no solo abrirá camino en la exploración espacial, sino que también dejará huella como símbolo de inspiración para millones de mujeres y niñas en todo el mundo.