Chakanbakán, un sitio arqueológico poco conocido en el sur de Quintana Roo, es un tesoro maya escondido entre lagunas y selva densa. Este asentamiento, cuyo nombre significa “lugar rodeado de cañas”, fue un centro importante entre los años 300 y 900 d.C., y su ubicación junto a la laguna de Bacalar lo convierte en un lugar de gran belleza y relevancia histórica.
El sitio cuenta con estructuras como pirámides, plazas y un juego de pelota, que reflejan la complejidad de la sociedad maya en la región. Aunque menos visitado que Chichén Itzá o Tulum, Chakanbakán ofrece una experiencia única por su integración con el entorno natural, donde las lagunas y la selva crean un escenario místico.
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Chakanbakán fue un centro comercial y ceremonial, con evidencias de intercambio con otras ciudades mayas. Los arqueólogos han encontrado cerámicas y herramientas que sugieren conexiones con sitios como Dzibanché y Kohunlich, lo que indica su importancia en las rutas comerciales de la península de Yucatán.
La laguna de Bacalar, conocida como la “Laguna de los Siete Colores”, rodea el sitio y añade un atractivo especial. Los visitantes pueden combinar la exploración arqueológica con actividades como kayak o caminatas, disfrutando de la biodiversidad de la zona, que incluye aves, peces y, en ocasiones, manatíes.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha trabajado en la conservación de Chakanbakán, aunque el sitio permanece parcialmente excavado. Esto le da un aire de misterio, ya que muchas estructuras aún están cubiertas por la selva, invitando a los visitantes a imaginar cómo era la vida en este lugar hace siglos.
A diferencia de otros sitios turísticos, Chakanbakán ofrece una experiencia tranquila, ideal para quienes buscan historia sin las multitudes. Se recomienda visitarlo con guías locales, quienes comparten historias sobre los mayas y la importancia espiritual de las lagunas en su cosmovisión.
La conservación del sitio enfrenta retos, como la presión del desarrollo turístico en Bacalar. Organizaciones locales y el INAH trabajan para proteger tanto el patrimonio arqueológico como el ecosistema de las lagunas, promoviendo un turismo sostenible que respete la riqueza natural y cultural.
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Chakanbakán también destaca por su conexión con las comunidades mayas actuales. Algunas ceremonias tradicionales aún se realizan cerca del sitio, lo que refuerza su relevancia cultural. Este vínculo entre pasado y presente hace que la visita sea una experiencia profundamente enriquecedora.
Para planificar una visita a Chakanbakán y descubrir más sobre el patrimonio maya, sigue la cuenta de Instagram de Visit México (@visitmexico), donde se comparten guías y recomendaciones para explorar Quintana Roo y sus tesoros escondidos.
Chakanbakán es un recordatorio de la grandeza de los mayas y su armonía con la naturaleza. Este sitio, envuelto en lagunas y selva, invita a los viajeros a descubrir un secreto bien guardado de Quintana Roo, donde la historia y la belleza natural se entrelazan.