¡Acusan a pescadores! La captura de un tiburón de 150 kilogramos en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos ha desatado preocupación tanto en autoridades como en ambientalistas.
El tiburón, que se había refugiado en el estuario tras la desorientación causada por el paso del huracán Milton, fue capturado por pescadores que usaron redes no autorizadas, infringiendo las leyes de protección en esa área.
¿Pescadores violaron las normas de pesca?
La pesca en esta reserva está sujeta a normativas estrictas, y el uso de redes de arrastre está prohibido, ya que estas representan un riesgo para especies vulnerables como tortugas y cocodrilos.
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Los estuarios, donde confluyen agua dulce y salada, son zonas ricas en nutrientes que sirven como refugio natural para muchas especies, sobre todo después de fenómenos como los huracanes. En este caso, el tiburón se había refugiado en el estuario, lo que, de acuerdo con las leyes de conservación, debería haber garantizado su protección.
No obstante, los pescadores no respetaron estas regulaciones, matando al tiburón y trasladándolo posteriormente a Puerto Progreso, con la aparente intención de venderlo y eludir sanciones por la captura ilegal.
Este tipo de acción no solo viola las leyes de protección en áreas reservadas, sino que también alimenta el tráfico ilegal de fauna, una práctica que pone en peligro la biodiversidad.
Hasta el momento, las autoridades no han dado seguimiento a este incidente, lo que ha generado críticas de diversas organizaciones. La pesca ilegal en áreas protegidas no solo daña gravemente los ecosistemas, sino que también amenaza la supervivencia de especies bajo protección especial, como este tiburón.
Exigen castigo a pescadores de tiburón
Ante esta situación, se ha solicitado la intervención de Alejandro Flores Nava, titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), para reforzar la supervisión de las actividades pesqueras, particularmente en las zonas afectadas por huracanes.
De igual manera, se exhorta a Alicia Bárcenas, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a desarrollar programas que monitoreen a las especies refugiadas en reservas de biosfera.
Por otro lado, se ha señalado la inacción de Mariana Boy, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quien no ha emitido declaraciones sobre este caso ni ha intervenido en otros incidentes relacionados con el maltrato animal.
Se pide que Profepa trabaje en conjunto con Conapesca para realizar inspecciones rigurosas que aseguren el cumplimiento de las normativas y la protección de las áreas restringidas.
